El comité ejecutivo nacional de Vox confirmará a Macarena Olona como candidata a la Junta de Andalucía este jueves. El partido reunirá tras el pleno del Congreso a su principal órgano de dirección para poner a punto la maquinaria de una campaña que pretende ser un punto de inflexión interno. Se trata de un territorio clave y todas las encuestas vaticinan un avance muy importante, que esperan mejorar con el revulsivo de la candidatura. Hasta ahora, reconocen en la cúpula del partido, “la marca ha arrastrado mucho por sí sola”. Lo vieron en Castilla y León al conseguir 13 procuradores con un candidato completamente desconocido. Con Olona al frente, consideran, el resultado puede llevar a un éxito mucho más rotundo.

La afirmación de Santiago Abascal“se le está poniendo cara de presidenta” refiriéndose a Olona— fue entendida como la constatación de una candidatura que lleva sonando meses y que el partido ultra evitaba confirmar. 

En la dirección no esconden el debate generado sobre si es conveniente prescindir de uno de los principales activos del grupo parlamentario, junto a Iván Espinosa de los Monteros, cuando ya tienen garantizado un buen resultado en Andalucía. Pero en el entorno del presidente reconocen que el objetivo en las andaluzas es “ir con todo” y eso implicaba a Olona como cabeza de cartel.

Vox aspira a gobernar la Junta andaluza. Las encuestas internas apuntan a una consolidación importante en todas las provincias, aunque el partido apunta especialmente a las de la costa: Cádiz, Málaga, Almería e incluso Huelva como zonas clave. Son conscientes de que en las elecciones generales el partido suele tener un mejor resultado que en autonómicas, pero también creen que el caso de Castilla y León anticipa que en Andalucía podrían superar sus propias expectativas. Como ya sucedió en la comunidad que preside Alfonso Fernández Mañueco, Vox insiste en que mira de tú a tú al PP. 

Pero también consideran una ensoñación el objetivo del popular Juanma Moreno Bonilla sobre un gobierno en solitario. Tampoco ven viable la suma que el PP maneja para repetir el resultado de Isabel Díaz Ayuso en Madrid: sumar más que las izquierdas juntas para forzar la abstención del partido ultra. En Vox ven inviable que el crecimiento de los populares lleve a esos números. Y aún así aseguran que pelearán por tener su sitio en el gobierno. 

Madrid es Madrid y es un caso muy concreto. Con Mañueco y Moreno Bonilla las cosas son distintas y nuestros votantes no entienden que no entremos en los gobiernos”, explican en la formación dejando claro que el caso de Ayuso no sería aplicable en Andalucía.

De hecho, en la cúpula ultra aseguran que la negociación de Castilla y León será la que tomarán como referencia. Insisten en que si no hubieran forzado hasta el final Mañueco habría buscado cualquier fórmula para gobernar en solitario y que fue la determinación de repetir las elecciones si no había acuerdo lo que hizo al PP recular. "Nosotros ya no podíamos renunciar a gobernar. Los votantes y nuestro partido no lo habrían entendido", reflexionan en la dirección de Abascal, insistiendo en que el escenario andaluz será muy similar.