El nuevo presidente del PP, Pablo Casado, intentará en la reunión que el próximo miércoles mantendrá con la exvicepresidenta del Gobierno Soraya Saénz de Santamaría cerrar las heridas abiertas durante el periodo precongresual e integrar al sector que resultó perdedor del congreso celebrado este fin de semana.

Para ello, Casado tiene previsto ofrecerle puestos en la nueva dirección del partido, en los grupos parlamentarios e incluso pactar candidatos para las próximas elecciones municipales, informaron a Europa Press en fuentes populares.

Casado ha rechazado hoy que con su elección el partido vaya a dar un giro a la derecha y ha remarcado que su proyecto es "transversal" y que además pretende unir a todas las sensibilidades de su formación.

"El PP ha vuelto para reivindicar una política de ideas" apoyando unos principios que "más que de derechas o de centroderecha son transversales" y que "suscribirían muchos votantes también de izquierdas", ha dicho antes de asistir al funeral del primer presidente de Galicia, Gerardo Fernández Albor, celebrado en la Catedral de Santiago.

Casado ha abogado por la integración con la meta, ha dicho, de "remar en la misma dirección para tener unos excelentes resultados electorales" en las próximas citas con las urnas.

En este sentido, ha enmarcado la reunión que mantendrá con su rival en las primarias, Soraya Sáenz de Santamaría, el miércoles para negociar la posible integración de su equipo y hablar de la designación del próximo secretario general que, según los estatutos, no podrá ser ella ya que no forma parte de los 35 vocales electos.

Pablo Casado no ha avanzado ningún nombre para este cargo pero sí ha admitido que ya tiene "alguna idea al respecto" que quiere abordar con todos los candidatos que concurrieron para liderar el partido. "Vamos a ir todos juntos para cerrar cualquier tipo de herida si la hubiera habido, que yo no la he visto", ha sostenido.

Hay puestos que sí podrían ser ocupados por personas próximas a Santamaría, en el caso de que las dos partes estén de acuerdo, como alguna de las vicesecretarías o de las secretarías de área o secretarías ejecutivas.

Pero además, el equipo de Casado está dispuesto a hablar con Santamaría de la ubicación de algunos de sus partidarios en la estructura de los tres grupos parlamentarios: Congreso de los Diputados, Senado y Parlamento Europeo.

Asimismo, estas fuentes apuntan que la nueva dirección de Génova estaría dispuesta a discutir con la exvicepresidenta la elección de algún cabeza de lista para las próximas elecciones municipales del mes de mayo de 2019.

Sin citar ningún ejemplo concreto, aseguran que si se diera el caso de algún dirigente que haya estado con Santamaría y que tenga un buen perfil de candidato para ser cabeza de lista en algún ayuntamiento, Casado no pondría ninguna dificultad para discutirlo con la exvicepresidenta.

El objetivo de la nueva dirección es que el próximo jueves, en la reunión en Barcelona del Comité Ejecutivo Nacional, Pablo Casado anuncie ya el equipo completo de la dirección popular, así como los posibles cambios en los grupos parlamentarios.

Lógicamente, una de las piezas más importantes será la de la secretaria general. Para este cargo, personas de su equipo le están aconsejando a Pablo Casado que apueste por una mujer. En ese caso tendría que ser una de las 14 mujeres de la lista al Comité Ejecutivo aprobado por el Congreso.

En ese listado figuran nombres como las de las exministras Dolors Monserrat o Isabel García Tejerina, la exvicesecretaria Andrea Levy, la diputada por Galicia Ana Belén Vázquez, así como las exalcaldesas Esperanza Oña o Rosa Romero.