El Gobierno recibió a finales de la semana pasada un vídeo donde aparecen los dos cooperantes españoles secuestrados en Tinduf (Argelia) y que le ha hecho llegar como prueba de vida el grupo que les mantiene retenidos, han confirmado a Europa Press fuentes gubernamentales.

Nada más recibir el vídeo, el Ejecutivo se puso en contacto con las familias de los rehenes para informarles de la situación, han añadido las mismas fuentes.

También la agencia de noticias AFP ha recibido un vídeo como prueba de vida de los rehenes a través de un mediador que trabaja en su liberación.

En el vídeo recibido por la agencia aparecen dos mujeres y un hombre, los españoles Ainhoa Fernández y Enric Gonyalons y la italiana Rossella Urru.

Las imágenes van precedidas por el nombre del grupo, hasta ahora desconocido, que ha reivindicado la autoría del secuestro, Movimiento Unido para la Yihad en Africa Occidental, que se habría escindido de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI).

Según AFP, en las imágenes, que duran unos dos minutos, se puede ver a los tres rehenes, que se presentan brevemente en español e italiano sin formular ninguna petición concreta. Detrás de los tres se puede ver a hombres armados con la cara prácticamente cubierta por un turbante y en su mayoría de piel negra.

En el caso de Gonyalons, según la agencia, tiene el pie izquierdo vendado, mientras que las dos mujeres visten una túnica de color azul y un pañuelo que les cubre la cabeza de color mostaza. Cuando se produjo el secuestro ya se había apuntado a que uno de los tres rehenes habría resultado herido en el rapto.

Los tres cooperantes fueron secuestrados el pasado 23 de octubre en Rabuni, donde se encuentra la sede administrativa del Gobierno de la autoproclamada República Arabe Saharaui Democrática (RASD) por un grupo de hombres armados llegados en varios vehículos presumiblemente desde el norte de Malí.

Tras el secuestro, el Frente Polisario responsabilizó a AQMI del rapto, pero el grupo terrorista negó el viernes pasado su autoría, si bien sí reivindicó el secuestro de dos franceses en el norte de Malí y de otros tres extranjeros -un sudafricano, un holandés y un sudafricano- en la ciudad maliense de Tombuctú el mes pasado.