La Guardia Civil detuvo a media tarde de ayer a un miembro de Protección Civil de Cullera, de entre 30 y 40 años, sospechoso de haber iniciado el incendio forestal que afectó a la zona del Massalari, en el término de Tavernes de la Valldigna.

El hombre, que circulaba en un ciclomotor, fue interceptado cuando trataba de abandonar el lugar poco después de que, hacia las 15.45 horas, se iniciara el fuego en un paraje de alto valor ecológico poblado de arbolado adulto. La Guardia Civil encontró mechas, papel y puros de fumar entre los elementos que llevaba, por lo que fue conducido al cuartel de Tavernes para seguir con las pesquisas.

Después de declararse el incendio las fuerzas de seguridad montaron un dispositivo para tratar de localizar al pirómano, dado que se tenía la absoluta certeza de que el fuego había sido provocado escasos minutos antes. Todos los vehículos eran registrados a fondo y sus ocupantes identificados con el fin de dar con el autor del incendio. El detenido levantó evidentes sospechas cuando en el registro se hallaron efectos que podrían haber servido para prender fuego a la montaña.

Según ha podido saber este periódico, el hombre señaló a la Guardia Civil que era miembro de Protección Civil y que había acudido al ver el humo. Los investigadores tratan de averiguar si, como llegó a comentarse, él mismo llamó a los servicios de emergencia para advertir del fuego.

El incendio en el Massalari fue visto en primer lugar por un policía rural de Tavernes que acababa de abandonar la zona en la que divisó el humo y, acto seguido, escuchó dos explosiones. El agente advirtió inmediatamente del hecho al 112 y acudió al lugar, en el que encontró dos garrafas que se habían llenado de algún combustible para garantizar que las llamas se propagaran.

El hecho de que un helicóptero de extinción de incendios se encontrara estacionado en el campo de fútbol de Simat de la Valldigna permitió iniciar las operaciones de extinción escasos minutos después de que se originara el fuego, controlándolo sólo hora y media después, tras quemar una hectárea de monte arbolado.

El alcalde de Tavernes de la Valldigna, Manuel Vidal, y el conseller Serafín Castellano acudieron al lugar tras tener noticia del incendio y supervisaron las labores de extinción, que duraron cerca de dos horas.