El Cristo del Perdón saldrá con los 'coloraos' el Miércoles Santo al suspenderse su procesión por la lluvia

Enunció François de La Rochefoucauld que «se perdona mientras se ama». Con lo cual, cuando se ama con todo el amor del mundo, como Jesús, también emerge todo el perdón del mundo. El Perdón, con mayúscula, que repara, que hace que se restaure la esencia, que todo esté bien. «El perdón es la fragancia que derrama la violeta en el talón que la aplastó», afirmó Mark Twain. El Perdón no violeta, sino magenta, con su hermoso Cristo de Salzillo por bandera, iba a partir este Lunes Santo por la tarde en procesión del templo de San Antolín de Murcia, pero no pudo ser: amenaza lluvia y, como dijo el presidente de la cofradía, Diego Avilés, «lo primero es el patrimonio». 

«No vamos a arriesgar», apuntó Avilés, mientras confirmaba que la meteorología no se presentaba nada halagüeña: «A las ocho y media y nueve de la noche se prevé lluvia», consultó, minutos antes de las siete de la tarde, hora a la que estaba previsto que saliese la procesión.

Al poco, empezaron a llegar los pésames de diferentes cofradías y de particulares. Aunque la noticia cayó como un jarro de agua fría en los fieles, la mayoría comprendió que «se trataba de una «sabia decisión», porque «no hay que arriesgar ni con las imágenes ni con los penitentes», como comentaba María Martín. En el interior de San Antolín, caras largas: algunos de los nazarenos se secaban las lágrimas.

Entre los cofrades entristecidos, el concejal de Cultura e Identidad, Diego Avilés, con los ojos enrojecidos y el gesto serio. Con gesto serio asumía también la noticia, en el interior de la iglesia, la consejera de Cultura de la Región, Carmen María Conesa.  

Cabe recordar que el cortejo de la Esperanza se tuvo que volver a la iglesia de San Pedro este Domingo de Ramos por la misma razón: las precipitaciones que comenzaron a caer sobre la ciudad.

Los pasos, expuestos

Anunciaba varias novedades la cofradía del castizo barrio. Por ejemplo, la incorporación de seis ceriferarios del cuerpo de acólitos Cristo del Perdón y la recuperación, en el paso de Jesús ante Caifás, del sillón diseñado por el escultor y del pergamino (con la sentencia del Mesías) que porta en sus manos el sanedrita del cuarto paso. También se había renovado el estandarse de la Madre de Dios, la Virgen de la Soledad, tras pasar por el taller de Sebastián Machante, en Málaga. No pudieron lucirse en la vía pública. El dolor fue tremendo.

Los tronos, con su arreglo floral, quedaron en exposición en el interior de San Antolín para que la gente pudiese verlos. De ahí que el dispositivo especial de seguridad y emergencias desplegado por Protección Civil se mantuviese. Por si acaso se producía algún tipo de aglomeración o incidente.

Besapié multitudinario

El Santísimo Cristo del Perdón, como manda la tradición, era bajado este Lunes Santo por la mañana de su camarín para protagonizar, en el templo de San Antolín, el tradicional besapié.

La talla del maestro Salzillo despierta tanta devoción que hasta personas con movilidad reducida hicieron el esfuerzo de ir a hacer cola, con el andador a cuestas, para besarle los pies al Salvador.

Diego Avilés (concejal, cofrade y vecino del castizo barrio) fue desgranando en su cuenta de X cómo viven el día a día algunos de los residentes en la zona. Por ejemplo, "El Pichi, cabo de andas del Getsemaní, que trabaja intensamente el Lunes Santo repartiendo el pan y las rosquillas que hace en su horno de leña", dado que, tal día como este, "los bares se ponen hasta arriba, no le queda otra".

El Cristo del Perdón, no obstante, no se quedará sin salir a la calle este año. "La Archicofradía de la Sangre ha ofrecido al Perdón que su titular procesione con ellos después de la suspensión. Así será, el Cristo del Perdón participará en la procesión del Miércoles Santo", anunciaba, un cuarto de hora antes de las ocho de la tarde, el concejal de Cultura de Murcia, en lo que calificó de "acontecimiento histórico".