Semana Santa 2024

Las bocinas y burlas del octavo Vía Passionis ya resuenan en las calles de Murcia

Nazarenos de todas las cofradías desenfundan, entre el viento, sus bocinas y redobles para llamar a las procesiones por las arterias más céntricas de la ciudad  

Toque de tambor en el interior del templo con el que da comienzo el Vía Passionis

Ana Lucas

Ana Lucas

Ana Lucas

Lectura del Santo Evangelio según San Juan. En aquel tiempo, dijo Jesús a Tomás: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida”. Y el camino lo emprendían los más devotos, de todas las cofradías, ya este sábado al mediodía, enfundados en sus túnicas (a las que el viento predominante intentó jugar malas pasadas) rojas como la Sangre, negras como la agonía del Gólgota, verdes como la Esperanza, azules, como azul es el Amparo que el Viernes de Dolores dará el pistoletazo de salida a los desfiles pasionales en la capital de la Región

Los acordes de la Semana Santa de Murcia son bocinas, burlas y tambores, sonidos ancestrales que, en unos días, cuando las procesiones con pasos estén en la calle, se mezclarán con las saetas que emanarán de los balcones, con los suspiros de los mayores y con las ganas de los niños pidiendo un caramelo. O una mona con huevo, si puede ser. 

Desde Santa Ana a la Glorieta

Pero bocinas, burlas y tambores son la avanzadilla, y así retumbaban este sábado por la mañana en el centro de la ciudad. Doce y cinco de la mañana y partía de la Iglesia Conventual de Santa Ana la primera procesión sin pasos, solo con nazarenos. Iniciativa del Cabildo Superior de Cofradías, este 2024 es la octava vez que se hace de forma oficial. De forma oficial en tiempos modernos, porque revela la hemeroteca que ya allá por 1770 también se hacía. En una época sin Internet, tocaba avisar a los cofrades. Es el VIII Vía Passionis por las arterias más concurridas de la capital.

Burlas, como las que van detrás del paso de ‘Los Azotes’ en la mañana de Salzillo del Viernes Santo murciano, resonaban en Las Anas, para emprender, en colorido cortejo, el recorrido hasta la Glorieta, como es tradición. Murcianos y visitantes se agolpaban en el Tontódromo para verlos salir. En el interior de la iglesia, los nazarenos se tapaban la cara.

José Ignacio Sánchez Ballesta, presidente del Cabildo, hacía su entrada en el templo de las monjas de clausura y salía luego el primero para cerrar, con las autoridades presentes, el cortejo. Entre los asistentes, el concejal de Turismo de Murcia, Jesús Pacheco, y de Cultura, Diego Avilés. También se dejó ver por ahí el que fue presidente de la Asamblea y cofrade devoto, Alberto Castillo, con una cámara de fotos al cuello para inmortalizar el evento.

Con rezos y sin caramelos

En el interior del templo sagrado, delante de la imagen de la Virgen, los presentes rezaron oraciones antes de comenzar el recorrido. El cual acometieron en solemne silencio. “Hoy no se dan caramelos”, aclaraba un joven a una pequeña que estaba a su lado, al torcer el desfile a Santo Domingo.

En un jardín de la Glorieta está plantado, desde hace años ya, el Monumento al Nazareno, al que se engalana de flores para la ocasión. Es la llamada a los vecinos: se está preparando, ya viene, es tiempo de conmemorar la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. El 22 de marzo, Viernes de Dolores, primera procesión.