Bordados

El Paso Blanco de Lorca borda un nuevo manto para la Fuensanta

Encargado por Pilar Cáceres Hernández-Ros como ofrenda a la Patrona de Murcia

Las tres piezas del conjunto a los pies de la Virgen de la Amargura, titular del Paso Blanco.

Las tres piezas del conjunto a los pies de la Virgen de la Amargura, titular del Paso Blanco. / L.O.

Daniel Navarro

Daniel Navarro

El Paso Blanco entregaba este martes un atuendo completo para la Virgen de la Fuensanta, Patrona de Murcia, bordado a mano en los talleres de la cofradía. El conjunto, encargado como una ofrenda a la Virgen por Pilar Cáceres Hernández-Ros, consisten en un vestido y un manto para la Virgen, y de un vestido para el Niño, bordado todo el conjunto en estilo neoclásico sobre raso morado, en canutillo de oro en las variedades de mate, mate rizado, brillo y briscado

En concreto, está concebido para lucirlo en Cuaresma, razón por la que se utiliza el raso de color morado y se ha bordado durante los últimos 5 meses bajo la dirección de Salvador Díaz Miñarro, miembro de la comisión artística del Paso Blanco.

El manto presenta unas dimensiones de 3 metros de ancho por 2,05 metros de largo y se estrenará durante la Cuaresma de este año en la Catedral de Murcia. según fuentes de la cofradía para su concepción, D. Francisco José Alegría Ruiz, director del Museo Catedralicio de Murcia, aportó datos muy interesantes, incluyendo algunos bocetos, para que el bordado incluyera los frutos, las flores y los capullos que se describen en el Cantar de los Cantares del Rey Salomón, una clara fuente de inspiración para expresar el amor a Dios. Así, las flores del azafrán, de la canela, de la mirra, del incienso, del cinamomo, rosas, lirios, granadas y nardos discurren por todo el manto, acompañadas de una delgada cinta que se va conectando por reiterados y dinámicos lazos.

El bordado se realizaba durante 5 meses en los talleres del Paso Blanco.

El bordado se realizaba durante 5 meses en los talleres del Paso Blanco. / L.O.

El centro del manto lo ocupan diversos lazos con pequeños ramilletes de flores y algunos elementos de la pasión, como los tres clavos, el látigo, las tenazas o el martillo. La continuidad en la cenefa que discurre por todo el manto se ve alterada en las esquinas y en la cola, donde ésta se interrumpe para dar cabida a decenas de flores y capullos. En la cola, además, se puede apreciar una cinta que recoge un gran abanico de flores donde reza en latín “Hortus Conclusus, Fons Signatus” (Jardín Cerrado, Fuente Escondida), una clara alusión a la huerta murciana. Asimsimo, el manto lleva una puntilla de oro entrefino de aproximadamente 6 centímetros de ancho.