El 35,7% de los jóvenes murcianos muestra signos de dependencia de Internet

El informe ‘Diagnóstico de las adicciones en la población adolescente 2023’, elaborado por la Universidad de Murcia (UMU) a solicitud del Ayuntamiento de la capital, va mucho más allá del consumo de drogas y analiza los comportamientos adictivos de los jóvenes murcianos relacionados con el entretenimiento digital. Según datos extraídos de la encuesta a 1.138 jóvenes de entre 15 y 18 años, más del 80 por ciento de los adolescentes ha participado en videojuegos en los últimos 12 meses; el 30 por ciento lo hace regularmente de 1 a 4 días por semana y un 15 por ciento juega todos los días. En cuanto al uso de redes sociales, el informe indica que el 97 por ciento ha utilizado las redes sociales en los últimos 12 meses.

En cuanto al tiempo de uso destaca que 1 de cada 4 jóvenes juega de 2 a 5 horas al día a videojuegos, y que casi la mitad de los adolescentes dedica de 2 a 5 horas diarias a las redes sociales.

Los autores del estudio recuerdan que el trastorno de juego por Internet, también denominado ‘adicción a videojuegos’, se caracteriza por un patrón de comportamiento de juego persistente y recurrente que conlleva «un deterioro o malestar clínicamente significativo por un periodo de 12 meses». En este sentido, el diagnóstico concluye que casi 1 de cada 7 jóvenes murcianos sufren este tipo de trastorno.

En cuanto al uso compulsivo de Internet, se refiere a un patrón de comportamiento en el cual una persona utiliza la red de manera excesiva y descontrolada, «lo que afecta negativamente su vida diaria, incluyendo aspectos físicos, emocionales, sociales y profesionales». En este aspecto, se ha detectado que 1 de cada 4 jóvenes murcianos tiene un alto riesgo de uso compulsivo de Internet, siendo las chicas las que sufren un mayor riesgo que sus compañeros varones (1 de cada 3).

El informe advierte que en general, más de un tercio de los jóvenes de Murcia (un 35,7 por ciento) muestra signos de dependencia de Internet y que cerca del 40 por ciento se conectan a la red cuando se siente deprimido. Para los autores del estudio, esto significa que se está usando Internet como una estrategia emocional. «Las chicas sufren una mayor vulnerabilidad emocional que los chicos, con comportamientos más intensos relacionados con la dependencia y la gestión de emociones a través de la conexión a la red», señalan.

Otro aspecto que preocupa a los autores de la investigación, liderada por los profesores de la UMU Juan Carlos Solano Lucas, Juan Antonio Clemente Soler y Marcos Bote Díaz, es que 1 de cada 4 jóvenes, tres veces más que la media regional y nacional, haya jugado en el último año a juegos de azar online (lo cual está prohibido en estas edades) y que casi 3 de cada 10 haya jugado presencialmente a este tipo de juegos, el doble que la media nacional. Lamenta el profesor Juan Carlos Solano la fácil disponibilidad que hay en la Región a los salones de juego.

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«Hay 75 salones de juego por cada 100.000 habitantes, según datos del Ministerio de Consumo del año 2021, cuando la media nacional es de 9,8 salones por cada 100.000 habitantes, es decir que estamos multiplicando casi por cinco la presencia de estos espacios con respecto al resto de España», lamenta Solano. En cuanto a los juegos de azar cabe destacar también la prevalencia de los chicos sobre las chicas. Otra de las conclusiones es que los adolescentes se inician en el juego sobre todo a partir de los 15 años.

Por lo general, los participantes en el estudio reconocieron pasar más tiempo del que deberían con sus teléfonos móviles y con las redes sociales, y manifestaron ser conscientes de la pérdida de tiempo que estas herramientas digitales suponen, la manera en la que les repercuten negativamente (a nivel personal, académico y social) y del carácter extremadamente adictivo que tienen. En las conclusiones de la investigación se señala que los jóvenes encuestados atribuyen esta dependencia al propio diseño algorítmico de las aplicaciones y destacan como clave el factor social, es decir, perciben, por ejemplo, las redes sociales como una herramienta que cumple con una función interactiva y socializadora básica, sin la cual se sienten desconectados.

Otra función destacada de las redes sociales, según los autores, tiene que ver con la construcción de la identidad social digital, «mostrando el lado positivo de sus vidas al tiempo que ocultan otras realidades». En este sentido, advierten que las redes sociales dan a la juventud la oportunidad de construir a su modo su propia identidad y su propio mundo social, aunque ello conlleve un distanciamiento con la realidad».

«Hay que dar alternativas de ocio a los jóvenes»

Los resultados del ‘Diagnóstico de las adicciones en la población adolescente 2023’ tienen que servir, según sus autores, para trabajar en un plan más ambicioso dirigido no sólo a los jóvenes sino también a las instituciones, a los centros educativos, a las familias. «Tenemos que promover el bienestar entre los adolescentes proporcionándoles actividades alternativas que les enriquezcan», señala el profesor Juan Carlos Solano, que asegura que está demostrado que cuando no existe ese opción de ocio estructurado se fomenta el consumo de sustancias y la aparición de conductas adictivas relacionadas con la red.

Por su parte, desde el Ayuntamiento, explican que el propósito del diagnóstico es actualizar el Plan Municipal de Adicciones de 1995, con el fin de entender la prevalencia de consumos y comportamientos adictivos en la juventud, así como evaluar la percepción del riesgo y los factores protectores asociados.

La concejala de Salud en el Ayuntamiento de Murcia, Pilar Torres, destaca la importancia de estos resultados para elaborar una guía de actuación multisectorial que prevenga «el consumo de sustancias y las adicciones comportamentales en los jóvenes murcianos, con el objetivo de reducir estas prevalencias».