Incendio en Murcia

Repatriados a Nicaragua los restos de Orfilia, una de las 13 víctimas del incendio de Atalayas

Los familiares y amigos de la joven, que tenía 27 años cuando murió, aguardaban con globos blancos en su localidad de origen

Marcha en recuerdo de las víctimas de Atalayas en Murcia.

Marcha en recuerdo de las víctimas de Atalayas en Murcia. / Francisco Peñaranda

Ana Lucas

Ana Lucas

La joven Orfilia del Carmen Rivas Blandón, una de las trece víctimas mortales del incendio de las discotecas de Murcia del 1 de octubre, ya descansa en su país natal. Los restos de la chica, una de las cinco personas de origen nicaragüense que perecieron en la tragedia, han sido repatriados ya a Nicaragua.

La chica, de 27 años, era la novia de Erick Salomón Torres, el cual celebraba su 30 cumpleaños cuando se desató el fuego. Él también perdió la vida en el local.

El cadáver llegó el pasado miércoles, 18 de octubre, desde el aeródromo de Barajas hasta Sudamérica. Posteriormente, los restos fueron trasladados del aeropuerto internacional de Managua al municipio Mina El Limón, en el departamento de León, al noroeste de Nicaragua, de donde era originaria la mujer, de acuerdo con sus parientes, que publicaron en sus redes imágenes de la despedida: con muchas flores y fotografías en las que se representa a la joven Orfilia como lo que tienen claro que es ya: un ángel.

En Mina El Limón fue recibida por sus allegados y amigos, que cargaban globos blancos en medio de lágrimas y muestras de dolor, según puede verse en los videos y las fotografías del sepelio que compartió la familia en sus redes sociales.

Madre de una niña

La joven Orfilia Blandón era madre de una niña de 6 años de edad. Tenía una especial sensibilidad con los niños y una de sus ocupaciones en Murcia era cuidar pequeños. Además, su trabajo en España suponía era el sustento de la familia que dejó en su Nicaragua natal, ya que la chica les mandaba dinero de lo que ganaba trabajando en la Región.

El régimen de Daniel Ortega (actual presidente de la República de Nicaragua) no asumió los gastos de repatriación de la difunta. De trasladarlos en avión hasta el otro lado del charco se ocuparon las instituciones de la Región, tanto el Ayuntamiento como el Gobierno autonómico.

Antes de ser repatriada a su tierra, la familia de la joven nicaragüense ya hizo una misa de cuerpo presente en Murcia. A la ceremonia asistieron decenas de amigos de la joven, así como compatriotas que, aunque no la conocían, se sentían impactados por la tragedia.

El incendio en la conocida zona de ocio, que dejó al menos trece fallecidos, se cobró la vida de los nicaragüenses Rivas Blandón y Torres Hernández, así como de Martha Alejandra Hernández Zamora (madre de Torres) y su otro hijo Sergio Enrique Silva Hernández.

La quinta víctima nicaragüense fue identificada como Tania Martínez, de 49 años, quien tenía 17 años de residir y trabajar en España.

El siniestro comenzó en uno de los locales y las llamas se extendieron rápidamente a las dos discotecas anexas, una de ellas frecuentada por la comunidad latina, en un momento en el que todavía quedaba gente disfrutando de una noche de fiesta con amigos.

Velatorio en Murcia

Tal y como explicó La Opinión la semana pasada, los restos mortales de tres de las trece personas que perdieron la vida en el incendio de las discotecas permanecían en las cámaras frigoríficas del Instituto de Medicina Legal de Murcia sin que sus familiares pudiesen recuperarlos y darles sepultura, al carecer de recursos para ello. Se trataba de los cadáveres de Erick, Sergio y Martha, los tres naturales de Nicaragua y cuyos parientes están representados por Marín Cámara Abogados

Este sábado, los allegados de estos tres difuntos por fin han podido velarlos. Y todo gracias a la ayuda prestada por el Consistorio y la Comunidad Autónoma, organismos que corren con los gastos. Los familiares quieren agradecer especialmente la labor y sensibilidad del consejero Marcos Ortuño, y valoran que el Gobierno regional "sin ser responsable, ha tenido el gesto" de financiar lo que será la repatriación de los cuerpos. En unas semanas, cuando esté en regla toda la documentación, se procederá a trasladar los cuerpos a Nicaragua, para recibir allí sepultura. Como ya ha pasado con el de Orfilia.