Las principales arterias comerciales del centro de Murcia se quedan sin tiendas

El centro de Murcia se va quedando sin comercios. El verano ha dejado más locales cerrados en el centro de la ciudad y en las calles más comerciales como Platería o Jabonerías. La presidenta de la patronal regional del pequeño comercio Coremur, Carmen Piñero, atribuye la desaparición de tiendas en el corazón de la ciudad a la caída de las ventas que viene produciéndose desde hace varios años y apunta que el descenso puede haberse agravado también debido a las obras de movilidad en la zona más comercial, que se iniciaron en primavera y han terminado este jueves, coincidiendo con el inicio de la Feria. Al mismo tiempo, desde hace años se viene produciendo una transformación de tiendas cerradas en bares.

Carmen Piñero no descarta que, a la competencia de las compras por Internet, se haya sumado también el impacto que ha tenido la remodelación de la Gran Vía y de la avenida Constitución, dado que ha dificultado los desplazamientos de la clientela durante los últimos meses.

A principios de agosto se suspendió el tráfico de autobuses por ambas arterias y se suprimieron las paradas que utilizan los vecinos de las pedanías para desplazarse al centro, lo que ha contribuido a alejar a los clientes procedentes de la periferia y de los barrios más distantes.

Las obras pueden haber influido incluso en la campaña de rebajas, que termina ahora, dado que los problemas de acceso se han acrecentado al llegar el verano. Así, el pasado mes de agosto se han visto tiendas de algunas cadenas nacionales que han cerrado los sábados a mediodía, cuando tradicionalmente habían permanecido abiertas a lo largo de toda la jornada.

«Las obras también son un hándicap. Nada ayuda», se lamenta Carmen Piñero.

Parte de los comercios que sobreviven ha optado por bajar la persiana durante las vacaciones en una proporción muy superior a la de años anteriores.

La desaparición de establecimientos emblemáticos se inició después del confinamiento, cuando empezaron a renunciar los pequeños empresarios que habían tenido más dificultades para soportar los meses de cierre y las restricciones decretadas en la Región con posterioridad.

La organización de autónomos ATA ya había dado la voz de alarma ante la caída de la afiliación de los comerciantes.

Las cifras de la Seguridad Social muestran que entre mayo de 2022 y el mismo mes de 2023 se han dado de baja en el Régimen Especial de Autónomos 750 afiliados del sector del comercio, lo que supone la pérdida de dos tiendas cada día en toda la Región.

Estos datos que aparecen reflejados en las estadísticas de afiliación también están teniendo un reflejo perceptible en las calles del centro de Murcia, donde se ha producido un goteo de cierres que ha llenado de locales en alquiler arterias comerciales tan emblemáticas como Platería, Trapería y Jabonerías.

Al mismo tiempo, algunos de los bajos que ocuparon las tiendas ya desaparecidas vuelven a reabrir como bares, un fenómeno que también se está produciendo en Cartagena.

La presidenta de Coremur apunta que «los alquileres son muy caros» y merman las posibilidades de mantener las tiendas abiertas. «Ahora en septiembre vamos a ver las tiendas que vuelven a abrir y las que no van a volver a abrir», advierte.

Carmen Piñero insiste en que el pequeño comercio no está recibiendo las ayudas que necesita para sobrevivir desde hace mucho tiempo, aunque se muestra confiada en que el nuevo equipo municipal sea más sensible y atienda las demandas del sector.