Murcia

Negocian contrarreloj para que no corten más de 3.200 líneas de teléfono del Ayuntamiento de Murcia

El Gobierno popular de la Glorieta intenta llegar a un acuerdo con Telefónica para que la compañía no interrumpa el servicio el 1 de septiembre por no haber renovado el anterior equipo el contrato

Lola García

Lola García

El nuevo equipo de Gobierno de la Glorieta, que lleva dos meses funcionando, va de sorpresa en sorpresa, pero ninguna agradable. La última tiene que ver con el contrato de telecomunicaciones del Ayuntamiento, que gestiona Telefónica, y del que dependen más de 3.200 líneas fijas y móviles, vitales para el funcionamiento de la Administración local y básicas para que los empleados municipales puedan hacer su trabajo y atender a los ciudadanos.

El contrato vence el 31 de agosto y la compañía puede interrumpir el servicio el 1 de septiembre al no haberse sacado un nuevo procedimiento para renovar esa prestación, que vale varios millones de euros, una situación que la concejalía de Desarrollo Urbano y Ciudad Inteligente, que dirige José Guillén, está intentado evitar a toda costa. Por eso, el edil ha contactado con Telefónica y ha iniciado unas negociaciones contrarreloj para evitar el corte de las miles de líneas, que paralizarían la Administración local.

Antes de que cogiera el bastón de mando el socialista José Antonio Serrano, las comunicaciones, datos y telecomunicaciones formaban parte de un único contrato en tres lotes. Sin embargo, ese equipo de gobierno decidió despiezar esa adjudicación y hacerlo en tres contratos al depender de varias concejalías, explicaron a esta Redacción fuentes municipales. Una de ellas, la de Salud, que estaba bajo el mado de la socialista Esther Nevado, sí se puso manos a la obra y preparó el que hace referencia a los datos, que se ha adjudicado. Los otros dos, quedaron pendientes.

«Está claro que Serrano y sus concejales no hicieron su trabajo hace un año y ahora tenemos que resolverlo nosotros» afirma el concejal de Desarrollo Urbano, quien ya ha puesto en marcha el procedimiento administrativo para hacer el nuevo contrato. Mientras tanto, «estamos buscando soluciones, como ya hicimos con la deuda del alumbrado o con los ascensores que estaban rotos en el edificio municipal de Abenarabi», explica Guillén, que añade que «no es cuestión de estar permanentemente quejándonos de la herencia recibida porque no es nuestro estilo, pero esto demuestra la falta de gestión en el día a día del Gobierno socialista».

El nuevo equipo también ha tenido que hacer frente a la dotación de aires acondicionados para los centros de mayores.