Este domingo la Asociación Española Contra el Cáncer en Murcia ha celebrado su tradicional 'Murcia en Marcha Contra el Cáncer' con el patrocinio principal de Iberdrola. Esta carrera y posterior marcha ha recorrido Murcia desde Ronda Garay hasta Ronda Sur, pasando por la Gran Vía, inundando con su color verde-esperanza las calles de la capital murciana.

Un evento para apoyar la investigación en cáncer al que han acudido cerca de 2.000 personas. La solidaridad y la promoción de los hábitos saludables han sido los protagonistas de la jornada, por ello la AECC quiere agradecer a todas las personas que han participado su colaboración y la gran acogida que ha tenido una vez más este evento tan especial.

Todo lo recaudado irá destinado a financiar la investigación 'Luz, tiempo y cáncer: ¿un Tic-Tac desajustado?' de la investigadora Claudia García Cobarro, quien recibe una ayuda pre-doctoral por la Asociación Española Contra el Cáncer en la Región de Murcia durante los próximos tres años con un importe de 20.000 euros al año.

La salida ha contado con la presencia de distintas autoridades como José Antonio Serrano, alcalde de Murcia; Juan José Pedreño, consejero de Salud de la Región de Murcia, así como miembros de la AECC como Manuel Molina Boix, presidente, y María Ángeles Romero, gerente.

También se ha contado con representación del patrocinador principal, Miguel Ángel Cerdán, delegado institucional de Iberdrola en la Región de Murcia, y la propia beneficiaria de la marcha, Claudia García Cobarro, que desarrolla su trabajo en el Instituto Murciano de Investigación Biosanitaria (IMIB-Arrixaca).

El alcalde de Murcia ha destacado que "este tipo de iniciativas son fundamentales para apoyar la investigación", mientras que la investigadora Claudia García ha querido mostrar su agradecimiento a toda la sociedad murciana por su solidaridad e implicación.

INVESTIGACIÓN

Frente a los continuos cambios ambientales que acontecen, nuestras células, tejidos, órganos y sistemas responden de manera anticipada y adaptativa a ellos en forma de ciclos regulares de una duración aproximada de 24 horas.

Estos ritmos que, en definitiva, dirigen la vida y aseguran respuestas eficaces a los estímulos, son los ritmos circadianos. La ruptura de estos ritmos, o cronodisrupción, derivada del estilo de vida moderno podría aumentar el riesgo de desarrollar cáncer hepático, entre otros, ya que el hígado es un órgano especialmente sensible a estos desajustes horarios.

Estudiar el papel de la cronodisrupción en la progresión de la enfermedad hepática, desde estadios iniciales hasta alcanzar el diagnóstico de hepatocarcinoma, podría ayudar a una mejor monitorización, diagnóstico y tratamiento temprano.

En el proyecto 'Luz, tiempo y cáncer: ¿un Tic-Tac desajustado?', dado el marcado carácter circadiano de la fisiología y metabolismo hepáticos, se pretende analizar las variaciones iniciales a nivel molecular, metabólico, histológico o en vesículas extracelulares (EVs) presentes en el hígado de ratones macho C57BL/6 sometidos a un protocolo agudo de jet lag social y posteriormente crónico (simulando la cronodisrupción de un trabajador a turnos), así como caracterizar estas vesículas extracelulares como biomarcadores útiles en el diagnóstico temprano por biopsia líquida de enfermedad hepática.