El Colegio de Abogados de Murcia celebra este sábado elecciones, en las cuales se renovará parte de su junta directiva, aunque no se vota para elegir decano, por lo que al frente del órgano seguirá estando Francisco Martínez-Escribano. Más de 4.000 letrados están llamados a las urnas.

Hay dos candidaturas: en la primera, denominada ‘Por la abogacía que queremos’, van José Ramón Guerrero (candidato a diputado nº 4); Daniela Belén Rubio Riera (candidata a bibliotecaria); José Manuel Hernández Benavente (candidato a diputado nº 9); Cristina García López (candidata a secretaria); Carlos Pascual Rojo Fuentes (candidato a diputado nº 6); Blanca Castillo Amorós (candidata a diputada nº 5) y Julián Lozano Carrillo (Candidato a Diputado nº 8). La segunda, ‘Abogamos’, la integran Antonio Gea (aspirante a diputado nº 9), Sergio Marco (para diputado nº 4), María Victoria López (para diputada nº 8), Jawal Romaili (para diputado nº 6), Rosa Vigueras (candidata a bibliotecaria), Francisco Luis Valdés (para ser secretario) y Raúl Noguera (para diputado nº 5).

Si en algo están de acuerdo todos los aspirantes es en la importancia de contar con un Turno de Oficio digno. «Continuaremos reivindicando la dignificación de la Abogacía de Oficio en toda su extensión mediante la actualización de los baremos retributivos y una garantía de los plazos de pago, la valoración de la disponibilidad del letrado de guardia y la reforma del Baremo de Justicia gratuita, entre otras», apuntan los componentes de ‘Por la abogacía que queremos’. En ‘Abogamos’, por su parte, apuestan por «la negociación con entidades bancarias para la consecución de productos que faciliten el anticipo del abono de los pagos del Turno de Oficio».

‘Por la abogacía que queremos’ y ‘Abogamos’ coinciden en que hay que lograr un Turno de Oficio digno y bien pagado

Los aspirantes también piden que haya una «formación accesible y de calidad» y proponen la creación del Defensor del Letrado el derecho a y la desconexión digital. Asimismo, la primera candidatura sugiere que hay que «minimizar el impacto medioambiental» del colegio; la segunda, habla de modernizarlo.