La decisión del Ayuntamiento de Murcia de dejar el transporte urbano de viajeros de las pedanías del municipio en manos de la empresa gallega Monbus cayó ayer como un jarro de agua fría entre los responsables de LAT, la empresa murciana que ha venido trabajando en la Región durante los últimos 40 años años. Desde LAT no han querido valorar este cambio y sólo afirman estar «desolados».

La pérdida de las líneas de pedanías en el municipio de Murcia supone un duro golpe para la compañía hasta el punto de que puede incluso abocarla al cierre definitivo, ya que pierde la parte más importante de su negocio. A esto se unen los altibajos económicos que ha venido arrastrando en los últimos años, con problemas para abonar nóminas a los trabajadores, lo que ha puesto en duda su solvencia económica. El último impago tuvo lugar el pasado mes de octubre, cuando sólo abonó el 50% de la nómina por los retrasos de la Comunidad Autónoma.

Al mazazo que ha supuesto perder las pedanías de Murcia también se suma que la empresa LAT tampoco ha presentado oferta para el concurso convocado por la Consejería de Fomento para la adjudicación de las líneas metropolitanas de los grandes municipios, Murcia y Cartagena, rutas que el martes se conoció que quedan en manos de las empresas Alsa, Orbitalia e Interbus, quienes prestarán los nuevos servicios de transporte interurbano en las áreas metropolitanas de Murcia y Cartagena a partir del 3 de diciembre. Desde Fomento aclararon que algunas empresas concesionarias, como LAT, «han renunciado a presentar oferta».