Ciudadanos apoyará al PP para sacar adelante el Presupuesto de 2018 del Ayuntamiento. El acuerdo marco general se cerró anoche tras un intenso día de negociaciones al que han precedido varios encuentros fuera de la Glorieta.

A todos los efectos estamos viviendo un 'déjà vu'. El Ayuntamiento de Murcia, o más bien su alcalde, José Ballesta, vuelve a utilizar la misma estrategia que ya usó en 2017 para sacar adelante los presupuestos municipales, unas cuentas que este año se estaban atascando más de lo previsto y que el primer edil se ha encargado de 'rescatar' gracias a varios encuentros extraoficiales que han tenido lugar en las últimas semanas. Sin embargo, en esta ocasión cambian los actores y si en 2017 fue el PSOE el invitado a estas reuniones y quien propició que las cuentas salieran adelante con su abstención, en 2018 es la formación naranja la que se alía con el PP hasta el punto de que su voto será a favor.

Ballesta, lejos de lo que es habitual, vuelve a sacar una vez más la negociación de los presupuestos de la Glorieta y sube un escalón en el organigrama político saltándose a los grupos municipales. Concretamente, el alcalde de Murcia ha negociado el núcleo del Presupuesto de 2018 con la dirección regional de Ciudadanos, al igual que en el ejercicio anterior lo hizo con quien en aquel momento era el secretario general del PSRM-PSOE, Rafael González Tovar. Aquella negociación desencadenó la dimisión del portavoz socialista en el Ayuntamiento, José Ignacio Gras, quien se sintió puenteado y dijo marcharse «por dignidad».

Ahora, el alcalde de la capital ha tenido como interlocutor del partido naranja a Francisco Álvarez, secretario de Acción Institucional de Ciudadanos Región de Murcia, quien ha protagonizado varios encuentros con el primer edil en las últimas semanas, la última en la tarde-noche de ayer y que terminó con el acuerdo para aprobar las cuentas, a falta de perfilar algunos flecos.

El acuerdo estaba cerrado el jueves. Estaba previsto escenificarlo en los próximos días en un acto público. Sin embargo, un ligero contratiempo casi da al traste con todo el trabajo en el día de ayer, cuando empezaron a surgir dudas y ambas partes volvieron a sentarse a replantear algunos de los términos. La reunión de ayer fue «dura» y se vivieron momentos «intensos», tras los que se logró el apoyo de Ciudadanos, quien respaldará con este gesto al equipo de Gobierno hasta el final del mandato.

Al igual que ocurrió el pasado año, el PP necesita el apoyo de al menos un grupo de la oposición para sacar adelante el Presupuesto al tener sólo 12 de los 29 concejales de la Corporación. Si en el ejercicio anterior los populares lograron el respaldo de los socialistas, que se abstuvieron en la votación de las cuentas en el Pleno extraordinario que se convocó en el mes de julio, ahora serán Ciudadanos quienes tendrán la responsabilidad de que estos presupuestos salgan adelante.

Sin embargo, Ballesta no ha partido de cero, ya que el concejal de Hacienda, Contratación y Movilidad Urbana, Eduardo Martínez-Oliva, ha estado abonando el terreno desde el pasado mes de mayo, cuando presentó a los grupos municipales el borrador de las cuentas de este año. El edil ha hablado tanto con el PSOE como con Ciudadanos, pero en esta ocasión ha visto menos afinidad con los socialistas, quienes se han mostrado reticentes a sentarse a negociar debido a indicaciones del partido.

Martínez-Oliva ha mantenido en este tiempo reuniones con el portavoz de Ciudadanos en la Glorieta, Mario Gómez, quien le llegó a plantear hasta 27 cuestiones sobre el borrador que recibió, de las que el concejal de Hacienda respondió a 24. Sin embargo, el PP ha notado a Gómez «sin prisas» en este asunto, al haber pasado cerca de un mes de aquella comunicación sin que éste se haya vuelto a pronunciar. Quizá de ahí que el propio alcalde de la ciudad haya decidido dar el paso y saltar al terreno de juego para cerrar un presupuesto del que depende la continuidad de los grandes proyectos anunciados y las inversiones en pedanías.