Ardió un depósito de disolvente, pero todo quedó en un susto. El suceso tenía lugar este jueves por la tarde en una empresa emplazada en la subida del Puerto del Garruchal, en Murcia, en la orilla de la carretera.

Al lugar (un cebadero de cerdos) se movilizaron rápidamente agentes de la Policía Local de Murcia (en concreto, del cuartel de la población de Beniaján, en dos coches), así como 13 bomberos en tres vehículos.

Al parecer, en el interior de la nave estaban trabajando unos operarios y, con alguna herramienta, saltó una chispa y se produjo el incendio, que se saldó sin heridos, explican fuentes cercanas a la investigación. La causa, no obstante, no ha sido confirmada. En la empresa, además, había animales, pero estaban situados en unas instalaciones un poco más arriba del lugar del fuego, por lo que no les afectó de ninguna manera y ninguno resultó intoxicado.

Los bomberos recibieron el aviso dos minutos antes de las tres y cuarto de la tarde, y dieron por terminado el servicio a las cinco menos veinte.

El interior de la nave afectada quedó completamente calcinado. Las paredes y el techo, ennegrecidas por el humo. Los bomberos permanecieron allí hasta que confirmaron que no había riesgo ninguno.

La pericia de los efectivos a la hora de atajar el fuego evitó que se propagase hasta la sierra colindante. Y es que el cebadero está ubicado en pleno monte y, en esta época, y dadas las altas temperaturas, el riesgo de incendio forestal es alto.