El Consejo de Gobierno de la Universidad de Murcia, que se reunió ayer en sesión ordinaria, mostró su adhesión al acuerdo adoptado por la Junta de Facultad de Medicina de oponerse a la implantación de un nuevo centro en la Universidad Católica San Antonio. En el acuerdo de la facultad se indica que «el origen de la pretendida falta de médicos no es otro que una desigual distribución geográfica de los profesionales médicos especialistas, la falta de oferta formativa en algunas especialidades médicas deficitarias, al igual que exceso en otras, y un sistema de contratación excesivamente rígido».

La Junta de Facultad recuerda que «en el caso de nuestro centro, desde los 105 alumnos de nuevo ingreso en el curso 2005-2006 hemos pasados a los 200 del curso 2010-2011» y señala que «la creación de una facultad de Medicina, privada en este caso, rompe con el principio de igualdad, mérito y capacidad, por el que se rigen las universidades públicas».

El Consejo expresó también su preocupación por el deterioro de la calidad en la formación de los futuros médicos «que puede sufrir el servicio público de la enseñanza, especialmente, en el desarrollo de las prácticas en los hospitales, «que ya se demostró en el caso de Enfermería». Medicina defiende que las prácticas hospitalarias ya están masificadas.