El juicio con jurado popular por el crimen que costó la vida al empleado de una funeraria de Murcia y por el que se sientan en el banquillo su esposa, Mari Cruz A.V., y el amante de ésta, Manuel S.J., comenzó hoy en la Audiencia Provincial de Murcia con cuatro versiones de este crimen ocurrido hace ahora cuatro años.

La primera sesión de la jornada de hoy comenzó con la exposición de las cuestiones previas y con los planteamientos que desarrollarán a lo largo de las tres semanas previstas para el juicio la fiscal, las dos acusaciones particulares y las dos defensa.

Esta primera sesión fue abierta por la representante del Ministerio Fiscal, que pide veinte años de prisión para cada uno de los procesados por un delito de asesinato, ya que considera que la víctima, José M.M., fue atacado con un cuchillo de grandes dimensiones por la espaldas "y sin que tuviera la menor posibilidad de defensa".

La fiscalía considera que el autor material de la puñalada que acabó con la vida del fallecido fue Manuel S.J., mientras que Mari Cruz A.V. es autora por cooperación necesaria y, además, por inducir al otro acusado a cometer los hechos.

La acusación particular que se ejerce en nombre del padre del fallecido y de una hija de éste nacida de una anterior relación sentimental coincide en acusar a los dos por el asesinato, y solicita igualmente veinte años de cárcel, aunque difiere en la petición de indemnización, que es mayor.

Para esta acusación, Mari Cruz A.V. hizo del otro procesado "un pelele" que manejó a su antojo, y en el que hizo nace la idea de acabar con la vida de su esposo para así quitar de en medio "el estorbo", que suponía la figura de éste en la relación sentimental que mantenían a escondidas.

Esta acusación ha manifestado que la influencia de la esposa tuvo tanta incidencia en el ánimo del otro acusado que "sin el apoyo de ella, Manuel S.J. no habría cometido el crimen".

Por su parte, la acusación particular que se ejerce en nombre de los tres hijos del matrimonio, entiende que hay un único culpable, Manuel S.J., para quien solicita una condena de 18 años de prisión por un delito de asesinato, además de una indemnización de 150.000 euros para cada uno de aquellos.

Este acusador calificó de "arbitraria" la detención de un hijo del matrimonio, J.M.M., como presunto autor del asesinato, "porque no había prueba alguna contra él, como lo demostró el hecho de que pocas horas después tuvo que ser puesto en libertad, sin que todavía nadie haya pedido disculpas por lo ocurrido".

"Aquí, el único responsable del crimen -ha manifestado- es Manuel S.J., porque decidió matar a José M.M. y mató, y para ello se hizo con un cuchillo de gran resistencia, con el que atravesó prácticamente el pecho de la víctima, que falleció de inmediato".

La tercera versión de lo ocurrido aquella tarde cuando José M.M. se proponía a meter su coche en el garaje de la funeraria, ubicado en una calle de Murcia, es la mantenida por la defensa de Manuel S.J., quien reconoce los hechos y considera que son constitutivos de un delito de homicidio, por el que pide diez años de prisión.

Considera este letrado que su defendido actuó bajo los influjos del arrebato u obcecación por el amor que sentía por la otra acusada, por lo que pide que se aplique esta atenuante y, además, de la de haber confesado los hechos a la Policía.

Ha asegurado que "Manuel S.J. ha reconocido los hechos y sabe que se merece un castigo, pero un castigo justo, en el que se tenga en cuenta el estado pasional en el que obró aquella tarde".

La última versión de los hechos es la sostenida por la defensa de Mari Cruz A.V., quien defiende su inocencia, por lo que solicita la absolución.

El letrado ha hecho una amplia referencia a los malos tratos sufridos durante el matrimonio, que la llevaron incluso a dos intentos de suicidio en los años 1996 y 2006, y al referirse a la personalidad del otro acusado ha dicho que "no se trata de un ser sumiso, sino más bien de alguien que sufre un trastorno de personalidad".

Ha criticado también la actuación de la Policía al comentar que "la detuvieron por simples conjeturas, en una actuación que cabría calificar, por lo menos, de imprudente, porque, además, manipuló a Manuel para que la inculpara".

En cuanto al fallecido, ha adelantado que a lo largo del juicio "se pondrá de manifiesto su mala vida", y ha añadido que mientras su defendido ha mantenido siempre la misma declaración en lo fundamental, el otro procesado ha ido cambiando sus manifestaciones, "lo que hacen que las mismas no puedan ser creíbles".

La jornada de hoy de este juicio que preside como magistrado-presidente el juez Juan del Olmo, continuará esta tarde con el interrogatorio de los dos presuntos asesinos.