Al sepelio de los dos hermanos de 11 y 13 años acudieron la directora y varios profesores del colegio público Virgen de la Vega en el que ambos estudiaron. La directora del centro, Remedios, indicaba que los dos chicos estaban completamente integrados y eran muy queridos, además de destacar que eran muy 'vivos' y tenían mucha "chispa".

Bartolomé estuvo hasta el curso pasado en el centro y este año comenzó el instituto. Por su parte, Juan seguía en el centro educativo y la directora afirmó que "este año estaba mucho más centrado y siempre hacía los deberes".

Todos los profesores que acudieron al entierro calificaban a ambos chicos como muy despiertos e inteligente, pero sobre todo destacaban sus desparpajo y gracia. "Eran unos chicos con mucha chispa y estaban completamente integrados. Su muerte ha sido un golpe muy duro para todos los profesores", concluyó la directora.