Patrimonio

El Ayuntamiento de Lorca ultima el proyecto para rehabilitar y poner en uso la antigua cárcel

El uso del inmueble será decidido por el Consistorio, descartando la propuesta del anterior equipo de Gobierno de llevar a cabo un proceso participativo a tal efecto

Fachada de la antigua cárcel en la actualidad.

Fachada de la antigua cárcel en la actualidad. / Daniel Navarro

Daniel Navarro

Daniel Navarro

El Ayuntamiento de Lorca hará público en las próximas semanas el proyecto para la rehabilitación de la antigua cárcel de la ciudad. Situada en pleno centro del casco histórico, fue construida en 1742 y ampliada durante los reinados de Fernando VI y Carlos III. Preguntado al respecto del futuro del inmueble el alcalde de Lorca, Fulgencio Gil, declaraba a LA OPINIÓN que el proyecto para su rehabilitación y apertura al público será presentado en las próximas semanas.

A este respecto, el primer edil hacía referencia a los anuncios realizados al respecto del histórico edificio por parte del anterior equipo de Gobierno: "lo dejaron en el limbo. Se dijo una cosa, luego la contraria… Al final lo que hemos hecho es coger el proyecto desde el principio y, no quiero anticipar nada, pero en breve se presentará un proyecto para destinar esa infraestructura histórica, patrimonial y cultural a un fin que puedan disfrutar todos los lorquinos", señalaba, descartando de este modo la opción planteada por la anterior edil de Casco Histórico, María Ángeles Mazuecos, de que fuera la ciudadanía quien decidiera el uso de la construcción.

Del mismo modo, Gil Jódar hacía referencia a la gran cantidad de recursos económicos necesarios para poner en marcha el lugar: "utilizaremos fondos europeos, fondos propios… Es un edificio muy grande, donde ya se hizo una primera actuación de recuperación en la que básicamente se acometió la consolidación del inmueble, pero poco más. Está prácticamente todo por hacer".

Vista panorámica de la vieja cárcel y de su entorno desde lo más alto del barrio de Santa María.

Vista panorámica de la vieja cárcel y de su entorno desde lo más alto del barrio de Santa María. / L.O.

4,77 millones de Europa

La restauración y adecuación a nuevos usos de la antigua cárcel de la Ciudad del Sol cuenta con una subvención de 4,77 millones de euros procedentes de los fondos Feder, que también contemplan ayudas para poner en valor los antiguos depósitos de la Mancomunidad de los Canales del Taibilla en Santa María y se realizarán actuaciones de rehabilitación energética en viviendas sociales del casco histórico.

En cuanto a las actuaciones concretas, la mayor parte del proyecto la ocupa la rehabilitación integral del edificio del Pósito Alto / cárcel. El pasado mes de junio el alcalde en funciones, Diego José Mateos, destacaba que “con esta convocatoria de ayudas se ha conseguido financiación suficiente para rehabilitar en su totalidad este edificio, sede futura de la Universidad Popular, con el que se creará el Centro Sociocultural Eliodoro Puche y se pondrá en valor uno de los principales edificios históricos de la ciudad, siendo esta rehabilitación muy necesaria y deseada por todos los lorquinos, y que contempla también actuaciones de recuperación de la muralla”.

Lateral de la antigua cárcel, con San Patricio de fondo.

Lateral de la antigua cárcel, con San Patricio de fondo. / Daniel Navarro

El proyecto de rehabilitación fue redactado por la arquitecta lorquina Ana Jiménez. Se contempla también la renaturalización de los depósitos de la Mancomunidad de los Canales del Taibilla, situados en la zona de Santa María, donde se creará un gran espacio libre de esparcimiento y una zona verde. Además, con el asesoramiento del Centro Unesco sobre recursos hídricos de la Universidad de Tesalónica se buscará introducir el ciclo del agua en la gestión urbana y edificatoria.

Diversos usos

La cárcel de Lorca, Este emblemático lugar se compone, destacaba, de un edificio de dos plantas, con patio, situado en la calle de la Cárcel. Fue construido para depósito de labradores. Fue fundado por la ciudad con fondos propios en el año 1742 en que comenzó su edificación. Más tardes, era ampliado durante los reinados de Fernando VI y Carlos III, como demuestran sus lápidas conmemorativas colocadas una en la calle del Laberinto y otra sobre la puerta de entrada al edificio.

A mediados del siglo XIX fue aprovechado como cárcel del Partido –establecimientos que se situaban en poblaciones que no eran capitales de provincia y sí cabezas de partido judicial, con el objeto de admitir detenidos, presos, arrestados y transeúntes, por orden y disposición de las autoridades correspondientes–, hasta su supresión por parte del Ministerio de Justicia a finales de la década de los 50. También fue usado como depósito carcelario. Actualmente, se encuentra sin uso.