Patrimonio

La musealización del Palacio de Guevara de Lorca rendirá homenaje a su última propietaria

Concepción Sandoval, baronesa de Petrés y Mayals cedió su residencia, la también conocida como ‘Casa de las columnas’ a la Ciudad en 1970

Retrato de Concepción Sandoval.

Retrato de Concepción Sandoval. / Daniel Navarro

Daniel Navarro

Daniel Navarro

El Palacio de Guevara, que como adelantaba LA OPINIÓN abrirá sus puertas a finales de este mes junto a los jardines anexos al mismo, contará en una de sus salas con un retrato de Concepción Sandoval, baronesa de Petrés y Mayals, que cedió el inmueble al Ayuntamiento en 1970. En concreto, según confirmaba Santiago Parra, concejal de Cultura, el cuadro se ubicará en la 'Sala Harmsen'.

Concepción Sandoval, descendiente de personalidades relevantes a nivel local, regional e incluso nacional en distintas épocas, dejó huella por sí misma en la Ciudad del Sol. Fue pionera en la práctica del deporte de tenis y formó parte del ‘Lawn tennis de Lorca’, sociedad creada en 1915. La designaron delegada local de la Sección Femenina en 1939 y concejala del Ayuntamiento de Lorca en 1964. Fue nombrada Hija Adoptiva de Lorca el 6 de abril de 1966; Medalla de Oro de la Ciudad, el 16 de septiembre de 1971; Lazo de Dama de la Orden del Mérito Civil, en 1972; y Lorquina ilustre, en 1976, siendo la única mujer que aparece en la lápida de ‘Lorquinos ilustres’ de la Sala de Cabildos del Ayuntamiento. En 1942 se casó con Juan Martínez de Miguel Flores, matrimonio que no tuvo descendencia.

"Puso empeño en lograr el resurgir del folclore local, a través del grupo de Coros y Danzas de Lorca, así como de impulsar los tradicionales bordados lorquinos en sedas, con la creación de un taller, evitando con ello la desaparición de esta artesanía, con formación de nuevas generaciones de bordadoras que dieran continuidad a este arte", abundaba Parra. Además, cabe recordar que en 1974 la ciudad acordó denominar el jardín más inmediato a la Casa de Guevara con el nombre de Plaza de Concha Sandoval. En 1985 se ubicó en el lugar el monumento a la bordadora lorquina, obra de la artista Lola Arcas, poco antes del fallecimiento de la Baronesa, en 1988.