Municipal

La Chimenea de La Loma de Águilas recupera su esplendor tras la rehabilitación

Con casi dos siglos de historia, es uno de los símbolos de la localidad que sirve de puerta de entrada a un entramado de galerías subterráneas que se extiende por todo el casco urbano 

La Chimenea de La Loma recupera su esplendor tras las actuaciones de rehabilitación.

La Chimenea de La Loma recupera su esplendor tras las actuaciones de rehabilitación. / La Opinión

Jaime Zaragoza

Se construyó en 1835, hace casi 200 años, para dar salida a los gases que producían las fundiciones que en aquella época había en Águilas de San José, Iberia y Barra Fuerte, donde se fundía plomo y plata. Y a principios del siglo XX un rayo le estampó una marca característica que ha mantenido durante casi cien años. Ahora, tras su rehabilitación, consolidación y musealización, la Chimenea de La Loma, catalogada con un nivel de protección uno por su relevancia histórica, y con 51 metros de altura, luce en todo su esplendor.

Después de su rehabilitación, dicho emblema de la ciudad se equipara a otros como «el Castillo de San Juan de las Águilas, el Embarcadero del Hornillo, o el Pico de L’Aguilica», hace hincapié la concejala de Cultura, Maido Simó, tras finalizar las obras.

La chimenea de 51 metros tras su rehabilitación.

La chimenea de 51 metros tras su rehabilitación. / La Opinión

La inversión ha consistido en 150.000 euros dentro de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado ‘Águilas Sostenible’ y por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), a través del Programa Operativo Plurirregional de España 2014-2020. Unos trabajos que ha consistido en la reubicación de los ladrillos que revisten el monumento y que se perdieron por el impacto del mencionado rayo, al igual que se ha llevado a cabo la musealización perimetral con paneles informativos. 

Además, se ha construido una rampa de acceso integrada en el entorno para que todas las personas con movilidad reducida puedan acceder al monumento. En el interior, se ha actuado sobre la escalera que da entrada al entramado de túneles que convergen hasta el embarcadero del Hornillo, y que prácticamente cruzan todo el subsuelo de Águilas. 

«Cuando se construyó en el siglo XIX, esta chimenea estaba en las afueras del casco urbano, aunque hoy se puede decir que se encuentra muy cerca del centro, por lo que exixten galerías que llegan desde La Loma hasta el pie Castillo», explica Simó, quien calcula que «unos cuatro kilómetros de distancia y de galerías parten desde esta chimenea». 

"La pone en valor al tomarse como referencia de arte urbano industrial envuelto por un ambiente saludable"

Precisamente, las galerías subterráneas son un incentivo para que el proyecto pueda tener una segunda fase, ya que se espera que parte de estos túneles que cruzan la población puedan ser acondicionados en actuaciones futuras. Las galerías de túneles sirvieron, en un principio, para la expulsión de los gases de las fundiciones y, después, de protección y refugio para la población durante la Guerra Civil: «Los más mayores recuerdan que, cuando Águilas era bombardeada, se refugiaban dentro de las galerías», apunta la concejala a La Opinión de Murcia.

51 metros de altura

La Chimenea de La Loma es una construcción industrial con una base cuadrada de unos 4 metros de altura y un conducto troncocónico de 51 metros de altura, ejecutados con muros de doble o triple hoja de ladrillo macizo recibido con mortero de cal y arena. Permanece «en pie como una torre vigía y recuerdo de nuestra época industrial», describe la responsable municipal, quien destaca que «la chimenea recuerda el pasado de Águilas a principios del siglo XIX»,y que, indica, «si ya era una seña de identidad del municipio, ahora pasa a ser un monumento que forma parte del pasado de los aguileños». 

La restauración, según Simó, sirve para «reconciliarse con el entorno, no solamente con el arte industrial sino también con el entorno», reitera, y explica que «estas chimeneas estaban a las afueras, las cuales llamaban en aquella época ‘obelisco humeantes’, pues realmente estaban contaminando y por ello nuestra chimenea de La Loma tiene 51 metros de altura, para evitar que las partículas nocivas estuvieran lo más alto de la superficie del suelo». 

Por tal motivo, alaba Simó: «La restauración de la chimenea la pone en valor al tomarse como referencia de arte urbano industrial envuelto por un ambiente saludable, rodeado de vegetación». 

Asimismo, se ha convertido en uno de los hitos iluminados de Águilas, en un faro, porque otra parte de este proceso de restauración y rehabilitación ha consistido en dotar a la estructura de iluminación ornamenta, uniéndose así a otros monumentos de la ciudad.