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Los vecinos de La Hoya reclaman el arreglo de un puente por donde han caído al vacío varios vehículos

Ya en el año 2014, el entonces concejal de obras del ayuntamiento de Lorca, Ángel Meca, se comprometió a instalar nuevos quitamiedos y a buscar una solución al problema que evitase más accidentes; nueve años después nada se ha hecho al respecto

Un vehículo accidentado en un puente de La Hoya

Un vehículo accidentado en un puente de La Hoya / L.O.

Paco Gómez

¿Cuántos vehículos más, con el consiguiente número de lesionados, tendrán que caer al vacío, para que de una vez por todas se proceda a llevar a cabo las mejoras que necesita el puente situado junto a la ermita vieja de La Hoya? Es la pregunta que se hacen muchos vecinos que desde hace más de una década llevan pidiendo actuaciones urgentes ante la lamentable situación que presenta el puente situado sobre el brazal de aguas turbias, conocido como “Brazal de Murcia”, a la altura de la antigua ermita en el Camino Viejo, tramo situado entre la Casa Castillo y el Cine Tutuvía.

Durante este tiempo, más de media docena de vehículos han caído al vacío al atravesar el citado puente donde brilla por su ausencia una correcta señalización, sin ningún tipo de defensa y con un desnivel muy pronunciado. Una auténtica vergüenza, señalan algunos de los vecinos. El último caso se registró hace unos días. A través de las redes sociales, los vecinos solicitan una rápida intervención para solucionar el problema.

Se trata de una de las carreteras más transitadas de la población, por donde pasan cada día centenares de vehículos muchos de ellos agrícolas, tractores, furgonetas, remolques y camiones de mediano tamaño que se dirigen o regresan de las explotaciones agrarias que existen en la zona. Por dicha vía se comunica la Carretera Nacional 340 con la Carretera de Hinojar, entre otras, a través de los Caminos de Casa Castillo, La Fragua , Ruipe y Camino Viejo. Muchos conductores desisten a pasar por este punto negro de la circulación, por temor a sufrir un accidente al atravesar dicho espacio. Además de no estar pintadas y delimitadas las líneas de la carretera, los vecinos demandan defensas que eviten que los vehículos sigan cayendo por el puente a la vez que consideran que se debería proceder a su ensanche ya que consideran que “este puente es un riesgo, no solo para los conductores, sino también para los peatones, porque cuando se cruzan ambos en la zona más alta, no hay espacio para todos”.

Ante la pasividad de las administraciones por solucionar el problema, los vecinos llegaron a expresar su disposición a poner dinero de su bolsillo para que se arreglase siendo ellos mismos quienes llegaron a colocar quitamiedos sobre el puente para evitar más accidentes, aunque con el paso del tiempo han ido desapareciendo, desplazados hasta el brazal por los vehículos que han tenido la mala suerte de chocar con ellos y han caído al vacío produciendo en los mismos cuantiosos daños materiales que han tenido que sufragar de su propio bolsillo.

Ya en el año 2014, el entonces concejal de obras del ayuntamiento de Lorca, Ángel Meca, se comprometió a instalar nuevos quitamiedos y a buscar una solución al problema que evitase más accidentes. Nueve años después nada se ha hecho al respecto pese a que durante ese periodo de tiempo han gobernado en el municipio las administraciones popular y socialista.

En una ocasión, por dicho puente cayó al vacío el vehículo conducido por una mujer que tuvo que ser rescatada por los bomberos que la sacaron al exterior rompiendo las puertas, resultando herida leve aunque con un gran susto en el cuerpo. La curva presenta un desnivel muy pronunciado con escasa visibilidad entre los vehículos que circulan en una u otra dirección. Quienes ya conocen el terreno adoptan las debidas precauciones al pasar por este punto negro, pero quienes lo desconocen son más proclives a sufrir un accidente, en el caso de circular de noche o si el sol le viene de frente.

Tanto el alcalde pedáneo de La Hoya, Delfín Díaz, como la presidenta de la asociación de vecinos, Emi Pérez-Chuecos, ya se han puesto de acuerdo para solicitar al ayuntamiento la inmediata solución al problema con el propósito de evitar que se sigan registrando más accidentes. Para la presidenta de los vecinos “se trata de una situación que tenemos que solucionar lo antes posible y así lo vamos a hacer desde la asociación de vecinos, junto a nuestro pedáneo”. Delfín Díaz, por su parte, considera que “con muy poco dinero se podría poner fin a la situación que se plantea en el puente situado junto a la ermita vieja”. Según el alcalde pedáneo, “con la colocación de un par de tubos sobre el brazal, rellenando el resto con zahorra, se conseguiría ensanchar el puente y se pondría fin al asunto que tantos quebraderos de cabeza está ocasionando”. Para ello, reconoce que habría que solicitar la correspondiente autorización a la Comunidad de Regantes de Lorca. También sería positivo, según el pedáneo proceder a la señalización pertinente con el fin de que todos sepan por donde circulan.

Precisamente hace tan solo unos días, muy cerca de este lugar, finalizaron las obras para eliminar la conocida como “curva del Tutuvía”, en cuyos trabajos gestionados por el ayuntamiento, se han invertido en torno a los 200.000 euros. Sin embargo y a pesar de que los trabajos eran necesarios, en la “curva del Tutuvía”, se han registrado muchos menos accidentes que en el puente y curva existentes junto a la ermita vieja. Los vecinos han tenido que esperar 19 años hasta haber quedado eliminada totalmente la “curva del Tutuvía” y confían en que para la otra obra que hay que llevar a cabo, se tarde mucho menos tiempo, aunque ya falta poco para igualarlo.