Concierto

Una inauguración de Óscar en Lorca

La Film Symphony Orchestra puso en pie el Auditorio Margarita Lozano en la puesta de largo del Palacio de Ferias y Congresos Ifelor

Nadie se quería marchar. Al filo de la madrugada el público que abarrotaba el Auditorio Margarita Lozano, en pie, no cesaba de aplaudir a Constantino Martínez-Orts y la Film Symphony Orchestra. Más de dos horas de concierto en las que muchos temían parpadear y perderse algún detalle del espectáculo, una auténtica clase magistral que el maestro Martínez-Orts ofrecía mientras su batuta dirigía a un nutrido grupo de jóvenes músicos que lo dieron todo en el escenario.

Poco antes, se llevaba a cabo la inauguración oficial del Palacio de Ferias y Congresos Ifelor, en el que se encuentra integrado el Auditorio Margarita Lozano. La cortinilla de la preceptiva placa conmemorativa la descubrían el presidente de la Comunidad Autónoma, Fernando López Miras, y el alcalde de la ciudad, Diego José Mateos Molina. Lo hacían, en presencia del presidente de la Asamblea Regional, Alberto Castillo; la secretaria de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales, María González Veracruz; y un emocionado Francisco Magno Lozano, hijo de la fallecida actriz lorquina Margarita Lozano, que da nombre al auditorio.

López Miras recordaba que el Ejecutivo regional “ha impulsado la construcción del auditorio con la aportación de casi 11 millones de euros”. Y dedicaba unas palabras a la actriz lorquina Margarita Lozano, reconocida con la Medalla de Oro a título póstumo de la Región de Murcia, y que “eligió ser lorquina”. Puso en valor que este auditorio sitúa a Lorca como “uno de los referentes culturales de la Región de Murcia y de todo el Mediterráneo”.

Fernando López Miras y Diego José Mateos, descubrían la placa conmemorativa en presencia del hijo de Margarita Lozano, Francisco Magno Lozano.

Fernando López Miras y Diego José Mateos, descubrían la placa conmemorativa en presencia del hijo de Margarita Lozano, Francisco Magno Lozano. / Pilar Wals

El alcalde destacaba que el año terminaba con la inauguración oficial del Palacio de Ferias y Congresos, Ifelor, “un edificio pensado y diseñado para ser una infraestructura polivalente, moderno y multidisciplinar, con los mayores avances de ahorro energético y un equipamiento escénico completo que volverá a situar a Lorca en el mapa internacional de celebración de eventos multitudinarios y a su vez redundará como un nuevo motor económico para nuestro municipio”.

Y añadía que con Ifelor “Lorca adquiere notoriedad y protagonismo ofertándose como ciudad de ferias, de congresos y de eventos culturales. La Ciudad del Sol emerge como un potencial referente abriéndose al visitante y mostrándose con toda la grandeza y el orgullo de una ciudad pujante, emprendedora y hospitalaria”.

Alberto Castillo, Marcos Ortuño, Fernando López Miras, Diego José Mateos, María González Veracruz y Francisco Morales, entrando en Ifelor.

Alberto Castillo, Marcos Ortuño, Fernando López Miras, Diego José Mateos, María González Veracruz y Francisco Morales, entrando en Ifelor. / Pilar Wals

Por último, insistía en que la infraestructura de ferias y congresos es el “resultado de una excelente coordinación entre administraciones y ejemplo de cooperación y eficaz gestión del Ayuntamiento de Lorca y la Comunidad Autónoma, y con Ifelor Lorca ingresa por derecho pleno en el mapa de las grandes ciudades de España con capacidad para organizar grandes ferias, congresos y eventos y en los que ya trabajamos por acoger”.

El catedrático de Historia del Cine de la Universidad de Murcia, Joaquín Cánovas, gran amigo de Margarita Lozano, fue uno de los que no quisieron perderse la inauguración de Ifelor.

El catedrático de Historia del Cine de la Universidad de Murcia, Joaquín Cánovas, gran amigo de Margarita Lozano, fue uno de los que no quisieron perderse la inauguración de Ifelor. / Pilar Wals

En el Margarita Lozano se iniciaba el concierto de la primera orquesta sinfónica europea especializada en música de cine. El repertorio incluía grandes títulos del séptimo arte con autores estrechamente vinculados al género. El imponente escenario del auditorio se quedaba pequeño para albergar a la orquesta que cuenta con una plantilla estable de 75 músicos profesionales seleccionados por un comité artístico que vela por los más altos niveles de excelencia técnica y musical.

Llegaban a Lorca después de recorrer los principales auditorios del país con su tradicional gira anual de conciertos, además de participar en eventos cinematográficos como la Premiere Mundial de Jurassic World: El Reino Caído, la XXXI Edición de la Gala de los Premios Goya, la Premiere de El Hobbit 3 y programas de televisión como ‘El Hormiguero’ y ‘Desafío’.

El prólogo con ‘Superman’ y ‘El planeta Krypton’ era determinante, ya que da nombre a la gira ‘Krypton. A partir de ahí se iniciaba un espectáculo de luz y sonido con constantes incursiones del director de la orquesta que ofrecía una auténtica masterclass sobre el género del cine y la importancia de la música en cada una de sus escenas. El tema principal de la película ‘Batman’, de Danny Elfman; ‘Braveheart’, de James Horner; ‘Iron Man’, de Brian Tyler; y ‘El caballero oscuro’, de James Newton Howard y Hans Zimmer, llevaron al público al éxtasis.

Acompañando al hijo de la actriz Margarita Lozano, Francisco Magno Lozano, estaban su familia italiana que llegaba expresamente para la inauguración, y amigos como el arquitecto Simón Ángel Ros Perán.

Acompañando al hijo de la actriz Margarita Lozano, Francisco Magno Lozano, estaban su familia italiana que llegaba expresamente para la inauguración, y amigos como el arquitecto Simón Ángel Ros Perán. / Pilar Wals

Pero aún quedaba mucho recorrido. ‘Capitán América. El primer vengador’, de Alan Silvestri; ‘Robín Hood: Príncipe de los ladrones’, de Michael kamen; y ‘Los increíbles’, de Michael Giacchino, firmaban una primera parte espectacular que durante el descanso el público recordaba en los corrillos dentro y fuera de la sala.

Tras un breve descanso volvían al escenario violines, violas, violonchelos, contrabajos, flautas, oboes, clarinetes, saxos, fagots, trompas, trompetas, trombones, tubas, timbales, piano, arpa, guitarras, bajo eléctrico y una amalgama de instrumentos –muchos africanos casi desconocidos- de la percusión.

Y, de nuevo, Constantino Martínez-Orts, se subía en la peana desde la que se elevaba por encima de los miembros de la orquesta para dirigir cada uno de sus movimientos, mientras decenas de focos se iluminaban al ritmo que marcaba la música. ‘Lawrence de Arabia’, ‘Spiderman’, ‘El último mohicano’, ‘La máscara del zorro’… sonaron para regocijo del público. Se conocían detalles sobre las distintas interpretaciones que ofrecía la Film Symphony Orchestra.

Los músicos de la Film Symphony Orchestra sorprendían al público en su última interpretación luciendo gorros de Papá Noel y los arcos de sus instrumentos iluminados.

Los músicos de la Film Symphony Orchestra sorprendían al público en su última interpretación luciendo gorros de Papá Noel y los arcos de sus instrumentos iluminados. / Pilar Wals

Los músicos tocaban sus instrumentos, pero también participaban en algunos de los temas con palmas y voces, como ocurría en ‘Black Panther’. La suite Pantera Negra, la película de superhéroes estadounidense de 2018 basada en el personaje de Marvel Comics, fue una de las interpretaciones más aplaudidas de la noche. El director de Film Symphony Orchestra recordaba que la película recibió numerosos premios, con siete nominaciones a los 91 edición de los Premios Óscar incluida el de Mejor película, con galardones por su banda sonora.

El director de la orquesta reseñaba que “la música es el actor invisible de todas las películas”. Hacía el intento de despedirse con una suite de ‘El hombre de acero’. Fue imposible. El público no se movía de su asiento mientras aplaudía al equipo artístico que se ponía en pie por grupos de instrumentos para saludar. “Visto lo visto creo que tendremos que tocar una más”, anunciaba Martínez-Orts. Se hacía el silencio nuevamente. Y tras la interpretación más aplausos que obligaban a un nuevo bis, para responder al cariño del público que abarrotaba la sala. Y la sorpresa llegaba cuando los músicos se cubrían sus cabezas con gorros de Papá Noel y los arcos de sus instrumentos se iluminaban. En esta última interpretación todos participaron con sus palmas y cánticos, incluso los que estaban frente al escenario. Lo dicho, una inauguración de Óscar en Lorca. Y si me permiten una licencia, ¡esto apunta maneras!