Salud

El Hospital Rafael Méndez de Lorca aumenta su eficiencia energética

Instalan un nuevo sistema de gas natural que sustituirá al gasóleo y gas licuado de petróleo

El gerente del Área de Salud III, José Manuel Pérez, visitaba la nueva instalación de calderas del Hospital Rafael Méndez.

El gerente del Área de Salud III, José Manuel Pérez, visitaba la nueva instalación de calderas del Hospital Rafael Méndez. / L. O.

El Hospital General Universitario Rafael Méndez daba un paso hacia la eficiencia energética al sustituir las antiguas calderas de gasóleo y gas licuado de petróleo por instalaciones de gas natural. Esto supone, admitían desde el centro hospitalario, un salto cuantitativo en el ahorro, ya que las nuevas son de última generación y más eficientes energéticamente, lo que supondrá un ahorro de 165.000 euros cada año.

Las nuevas calderas alcanzan mayor rendimiento, generan menores pérdidas por trasmisión de calor e integran nuevos sistemas para la recuperación de los gases de combustión. Adaptan su funcionamiento a la demanda de cada momento, por lo que son especialmente útiles cuando el hospital alcanza picos de demanda de energía muy altos.

El nuevo sistema de energía conlleva también la instalación de una nueva red de tuberías para el transporte del gas natural, sus elementos auxiliares y los aparatos de consumo que se hallan en la sala de calderas para la producción e agua caliente sanitaria y calefacción.

La inversión del Servicio Murciano de Salud, SMS, alcanza los 267.300 euros. Entre las ventajas derivada del empleo del gas natural como combustible se encuentran la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero y contaminantes atmosféricos, así como la reducción de costes.

La Región de Murcia invertirá más de 52,2 millones entre 2022 y 2030 para promover el uso responsable de los recursos y el ahorro energético del sector hospitalario. Estas actuaciones responden a la apuesta del Gobierno regional por las energías renovables y el ahorro energético unido al económico, al establecer entre sus principales medidas la implantación de instalaciones solares fotovoltaicas en todos los hospitales de la Región.

Entre los retos que se ha fijado el SMS se encuentra reducir un 38 por ciento las emisiones de dióxido de carbono del sector hospitalario, así como una reducción energética entre el 25 y el 33 por ciento, además de una disminución del 9 por ciento de los recursos hídricos y del uso de materiales plásticos en 90.000 kilos. También el tratamiento in situ de residuos, cerca de medio millón de kilos, además de la generación de unos 20 empleos directos y 1.500 indirectos.

Entre las medidas concretas que llevará a cabo el SMS está actualizar y eliminar sistemas de baja eficiencia energética, desplegar infraestructuras fotovoltaicas en todas las cubiertas de los hospitales, instalar calderas para uso de combustibles con baja huella en carbono, como las del Rafael Méndez, y la incorporación de aerotermia.

Asimismo, se prevé mejorar el aislamiento de fachadas, cubiertas y cerramientos, implantar medidas pasivas para reducción de consumo, disminución de pérdidas térmicas en los accesos principales, mejoras en la red de distribución de calefacción, recuperación térmica en sistemas de ventilación y la actualización de los sistemas de iluminación y su control.

Igualmente, se llevará a cabo la monitorización eléctrica de grandes puntos de consumo, de sistemas de producción térmica y de subsistemas de consumo hídrico, y habrá una plataforma de gestión centralizada a nivel de hospital, otra de inteligencia energética a nivel de entidad y sistemas de supervisión específicos para el entorno hospitalario.

La renovación del parque móvil por unidades eléctricas o híbridas, el despliegue de la infraestructura de puntos de recarga para vehículos eléctricos, la plataforma de control para carga dinámica y gestión de usuarios y los sistemas de aparcamiento con carga y custodia para movilidad personal son otras actuaciones previstas.

Además, se trabajará, destacaban desde el Hospital Rafael Méndez, en aumentar la capacidad de reutilización y reciclaje de tecnologías alternativas para tratamientos de residuos peligrosos, minimizar el uso de plásticos, optimizar el consumo y recuperación del agua y mejorar la capacidad y tratamiento de aguas residuales, entre otros aspectos.