La Archicofradía de Jesús Resucitado homenajeaba este domingo a su imagen titular, María de la Encarnación y Asunción, con una misa solemne en la antigua colegial de San Patricio. En la celebración, como es tradicional, se enmarcaba la entrega de los ‘Palero de Honor’ que este año recaían en la edil de Fomento y Desarrollo Local, Isabel Casalduero; el director del Centro Cultural Fondo Espín, Javier Pinilla Peñarrubia; y la cofrade del Resucitado, Dolores Jiménez García.

La presidenta de la Archicofradía de Jesús Resucitado, Irene Mondéjar Elvira, recordaba que la insignia, la ‘Pala’, es el símbolo de la cofradía. “Se les entrega en reconocimiento por haber contribuido al engrandecimiento de nuestra archicofradía”, destacaba. El emblema tiene especial importancia por tratarse la ‘pala’ de un ejemplar que estaba muy presente en los barrios altos de la ciudad a cuyos pies se sitúa la sede religiosa de la Archicofradía de Jesús Resucitado, la iglesia de San Patricio.

Para la Archicofradía esta Semana Santa será muy especial, como reconocía su presidenta, ya que volverán a procesionar tras tres años sin hacerlo. Y es que, el cortejo del Resucitado de 2019 se suspendió por la lluvia, por lo que a los dos años de pandemia, suman el anterior en que únicamente pudieron llevar a cabo un encuentro entre sus dos imágenes titulares, la Virgen de la Encarnación y Jesús Resucitado en el marco de la Plaza de España.

La Archicofradía, como relataba Mondéjar, está inmersa en grandes proyectos, a pesar de tratarse de una de las cofradías ‘menores’ de la ciudad. Tras la construcción de su casa en la calle Zapatería pretenden su acondicionamiento para crear un museo con las piezas de su patrimonio más destacables. Y otro de las iniciativas que persiguen es la finalización de la nueva bandera que esperan estrenar en la Semana Santa del próximo año. El bordado de la pieza lo está dirigiendo José López Gimeno, como apuntaban Irene Mondéjar y la camarera de la Encarnación, Pilar Jiménez García.