La Audiencia Provincial de Murcia ha condenado dos años de prisión a un hombre de 59 años de edad, cuya identidad no ha sido facilitada, por un delito de abuso sexual. Sin embargo, el hombre no pisará la cárcel, a no ser que vuelva a cometer un delito en los próximos dos años. Es lo que establece la sentencia, que concede al abusador una suspensión de la pena impuesta.

Los hechos tuvieron lugar allá por noviembre de 2016. El sujeto, de origen ecuatoriano, se aproximó a un grupo de adolescentes que caminaban juntas por la calle, en Jumilla. En concreto, iban cuatro menores, de 13 y 14 años.

«Una vez llegado a su altura, y movido por un ánimo libidinoso, el acusado tocó los glúteos de una de ellas nacida en 2003 (y por tanto, de 13 años de edad en el momento de los hechos), tras lo que le refirió frases tales como ‘vaya culos tenéis’, mientras la miraba lascivamente», se lee en el relato de hechos probados.

El hombre, peón agrícola de profesión y sin antecedentes penales en España, fue localizado y detenido días después, y llegó a estar encerrado de forma provisional. Ante la Audiencia, posteriormente, reconoció los hechos. Y llegó a una conformidad.

«La conducta encuadrada en este delito de abuso sexual constituye un ataque a la libertad sexual en el que, sin mediar violencia o intimidación, para vencer la voluntad contraria, el procesado no cuenta sin embargo con un verdadero consentimiento de la víctima, valorable como libre ejercicio de su libertad sexual», manifiesta la sentencia.

El condenado tendrá que indemnizar a su víctima con 1.500 euros por los daños morales ocasionados. Tiene dos años para pagarle. Asimismo, no podrá aproximarse a la joven durante los próximos tres años ni comunicarse con ella por ningún medio, apunta el juez.