Criada en el seno de una familia muy humilde, la murciana Ana Díaz ha dedicado gran parte de su vida a cuidar de los suyos y en sus más de 80 años de vida nunca antes había podido ver el mar. Hasta esta mañana. Darse un chapuzón en el Mar Menor ha sido el sueño que la paciente de la Clínica Nuestra Señora de Belén ha cumplido gracias a la Fundación Ambulancia del Último Deseo.

La Fundación, impulsada en Holanda, ha llegado a la Región de Murcia y se encarga de cumplir los deseos de los pacientes que quieran visitar algún lugar especial pero no pueden hacerlo por su propio pie, como es el caso de Ana, que, con más de 80 años de edad y problemas de movilidad, pasará el resto de su vida ingresada.

"Cuando se ha metido en el agua se ha sorprendido y se ha puesto contentísima", explica Manuel Pardo, quien forma parte de la Ambulancia del Último Deseo y ha acompañado a Ana hasta Santiago de la Ribera para cumplir su sueño de ver el mar y bañarse en él.

Junto a ella también han estado su sobrino, "casi la única familia que tiene", y su enfermero de la clínica murciana, quien se puso en contacto con la Ambulancia del Último Deseo tras enterarse de la labor que hacían.

"Después del baño, que ha durado una media hora, se ha tomado un pastel de carne, que le encanta, y un helado frente al mar", cuenta Manuel Pardo, quien añade que la paciente es una mujer "muy sencilla, amable, y ha sido una gran experiencia".

Así, Ana ha regresado a la Clínica Nuestra Señora de Belén contenta de haber podido cumplir su deseo en el municipio costero.