Las calles de Jumilla se convertían ayer tarde en un río de vino con el reparto de más de 70.000 litros durante la Gran Cabalgata 2018, según fuentes de la Federación de Peñas Fiestas de la Vendimia. Este popular festejo reunía a miles de personas, en su mayoría jóvenes, de las localidades limítrofes a Jumilla: Cieza, Hellín, Yecla, Pinoso, Elda, Novelda y Abarán que disfrutaron en torno al Dios Baco. No faltaron visitantes de otros puntos de España, e incluso del extranjero, que acuden anualmente a esta batalla del vino que da fama mundial a los vinos que llevan su nombre: Jumilla. Desde primeras horas de la tarde los peñeros y público visitante se fueron concentrando en la Avenida de Levante, zona reservada para la ocasión para que comiencen los primeros lanzamientos de vino entre peñeros y público.

Durante tres horas (entre las siete y las diez de la noche) salieron a la calle tractores que portaban la carga con cubas con miles de litros de vino, que fueron lanzados a los visitantes a través de más de un millar de peñeros de la Fiesta de la Vendimia de Jumilla vestidos con sus trajes tradicionales. El vino corría de boca en boca, ya que los peñeros utilizaron para la ocasión botas, botellas, jarras, pero también cubos y hasta pistolas de agua con las que ´empapar´ de vino a los más cercanos.

Música, alegría y el color morado del vino fueron los grandes protagonistas. Así pues, las camisetas mojadas de vino fueron la estampa de la tarde conforme corrían las horas, ya que los asistentes se agolpaban junto a las carrozas para empaparse de la bebida por excelencia de la localidad y bailar además al ritmo que marcaba cada una de las peñas a su paso por las diferentes calles del itinerario.

El cortejo se iniciaba a las siete de la tarde desde la Avenida de Reyes Católicos, continuando por Avenida de Murcia, Cánovas del Castillo, Valencia, Reyes Católicos, Juan XXIII y avenida de Levante hasta desembocar en el mercado de abastos de Jumilla.

A lo largo de todo el itinerario, los asistentes pusieron a prueba sus teléfonos móviles para hacerse fotografías y selfies, primero bien limpios, y luego totalmente bañados en el vino que caía por todas partes.

Un amplio dispositivo de seguridad se puso en marcha a partir de las cinco y del mismo formaron parte Policía Local, Guardia Civil, Cruz Roja, Bomberos, Protección Civil y el grupo Lince de la Policía Local, que participó en la cabalgata del vino con perros de seguridad ciudadana y adiestrados para localización y detección de sustancias estupefacientes, así como con su unidad de atestados, drogotest y alcoholímetro. Para evitar cualquier problema, el 112 se coordinó con la Policía Local, mientras que Cruz Roja, dispuso de un punto de coordinación en sus instalaciones de avenida de la Libertad. Protección Civil, agentes de la Guardia Civil y el grupo Lince de Murcia tamién estuvieron presentes, junto a voluntarios de la Federación de Peñas de la Fiesta de la Vendimia que velaron por la seguridad.

Arranca la batalla del vino en Jumilla

Arranca la batalla del vino en Jumilla

La Concejalía de Servicios del Ayuntamiento de Jumilla montó un servicio especial con doce duchas en el patio de la plaza del Mercado de abastos. Finalizado el festejo, una empresa especializada en limpieza, procedió a restablecer el orden en las calles que se encontraban impregnadas de líquido y con un gran olor a vino.

Hoy finalizan las fiestas

Hoy domingo finalizan las fiestas de Jumilla con un espectacular castillo de fuegos artificiales que será lanzado desde el Polideportivo Municipal de la Hoya, por una persona elegida a través de las redes sociales. La empresa encargada, Pirotecnia Murciana, en colaboración con la Concejalía de Festejos del Ayuntamiento de Jumilla otorgará premios de 400 euros a las tres mejores fotografías (250, 100 y 50) durante el desarrollo del castillo de fuegos artificiales.

Por la tarde, a partir de las 20 horas, se celebrará una misa de despedida en la Parroquia Mayor de Santiago a la patrona de la ciudad, Nuestra Señora de la Asunción, que será trasladada en procesión hasta la ermita de San Agustín.