La tradicional romería de El Pradico, que se celebra cada año en torno a la festividad de San Antón, congregó ayer a centenares de personas que quisieron cumplir con lo establecido sacando en procesión a sus imágenes más devotas. Se trata de una de las primeras romerías que se celebran dentro del término municipal de Lorca nada más finalizar las fiestas navideñas para dar la bienvenida al nuevo año.

La fiesta comenzó con las salvas de rigor y una trabucada a la que siguió la celebración de la misa en la ermita con posterior procesión por los alrededores del templo, como manda la tradición. Pese a lo abrupto del lugar donde se desarrolla cada año el acto religioso y las dificultades que encuentran los visitantes para acceder hasta la ermita a través de diferentes senderos, cada año son muchas las personas que no quieren perderse tan singular acontecimiento.

Una vez finalizada la misa, las imágenes que se veneran en El Pradico (San Antonio Abad, Vírgen de los Dolores, San Antón de Padua y el Niño Jesús), salieron a la calle acompañadas por los devotos y la cuadrilla que no dejó de tocar durante la procesión. Fue una buena ocasión para escuchar los cantos navideños como señal de que 'hasta San Antón, pascuas son'.

Una vez finalizados los actos religiosos y en presencia de las autoridades locales, los romeros se dispersaron por las inmediaciones de la ermita para disfrutar de la jornada cocinando sus mejores paellas, migas u otros suculentos platos propios de la gastronomía de la comarca que, finalmente, degustaron e invitaron a los visitantes.

A la romería asistieron, como es tradicional, los vecinos de las pedanías próximas a Parrilla, especialmente de las pedanías de la huerta.

Al caer la tarde y antes de que el frío hiciera acto de presencia, los romeros iniciaron el camino de regreso hasta el punto de partida con la esperanza de volver el año próximo.

Procesión con San Antón

En el paraje de El Redón, en la pedanía de Almendricos, los actos comenzaron a mediodía con una misa a la que siguió la procesión con la imagen de San Antón.

Durante la misa se procedió a la bendición de animales con motivo de la festividad de San Antón que se celebra mañana. La procesión en este paraje lorquino tiene orígenes centenarios, según el alcalde pedáneo de Almendricos, Antonio Díaz. Con el paso del tiempo llegó a desaparecer, pero hace casi 25 años que se recuperó de nuevo.

La cuadrilla de Almendricos fue la encargada de aportar la nota musical a una jornada festiva que comenzó con la llegada de los vecinos que fueron ocupando los alrededores de la ermita para seguir de cerca los acontecimientos. Los asistentes degustaron también lo mejor de la gastronomía de la zona, sobre todo migas, carne a la brasa y paella.

Actos en el Castillo

Precisamente con motivo de la festividad de San Antón, el ayuntamiento de Lorca llevó a cabo varias actividades en el Castillo de la ciudad que fueron seguidas por un considerable número de personas. Bajo el paraguas de 'Lorca Taller del Tiempo', diversas empresas relacionadas con el sector de las mascotas colaboraron en esta celebración para concienciar de la necesidad de cuidar las mascotas y ser responsables de ellas dentro de la convivencia en la ciudad.

Rutas caninas y equinas, exhibiciones, concursos y la bendición de los animales fueron algunas de las actividades que se llevaron a cabo. La jornada festiva se inició con las rutas a la fortaleza. Los participantes subieron con sus mascotas desde el parque del barrio de San José hasta el Castillo, mientras que la ruta equina partió desde la zona de La Quinta.

Además, hubo una exhibición de cetrería. De la mano de expertos cetreros de la empresa 'Las águilas del sol', se realizó el vuelo de rapaces con aves nocturnas y diurnas. La jornada se completó con un concurso popular canino, actividades de perros terapeutas, una demostración de la unidad canina de la Policía Local de Lorca y paseos en poni por la fortaleza. Por otro lado, una zona de expositores profesionales, corralinas para animales domésticos, exposición de pájaros y una colchoneta hinchable para los más pequeños. El sacerdote Ángel Alegría fue el encargado de bendecir las mascotas.

El precio de la entrada al Castillo incluía un plato de arroz y una bebida, y los beneficios serán donados en especie a las protectoras de animales que acudieron al evento.