El hermano de la niña de siete años fallecida en Fortuna en noviembre de 2008 por un 'shock séptico' con síntomas de abusos sexuales y maltrato aseguró ayer que su padrastro les pegaba «a veces», tanto a él como a su hermana, con la mano y con el cinturón, mientras que su madre, que estaba presente, «no decía nada». Así lo hizo saber el menor de 15 años en la tercera sesión del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial, y en la que compareció acompañado por su padre biológico.

En concreto, el hermano relató que su padrastro lo castigaba «a veces» sin jugar o sin salir por hacer «cosas mal». Además, explicó que en ocasiones les cogía y los introducía en la piscina portátil que tenían en su casa y los metía «debajo» del agua «un buen rato».

Respecto a su hermana, reconoció que a veces «no se portaba bien», ya que «no le gustaba mucho la comida española y cosas así». En este sentido, confirmó que su padrastro les golpeaba «con la mano y con el cinturón», con el lado en el que no estaba la hebilla, mientras su madre estaba presente «y no decía nada». También relató que ellos respondían a los golpes «llorando» y que su hermana, incluso, gritaba que no le pegara, tanto que ha admitido la posibilidad de que la escucharan los vecinos. La madre, añadió, sólo le pegó una vez con el cinturón, pero negó que a él le agredieran con toallas, y cree que a su hermana «tampoco».

Además, relató que su padrastro y su madre cogieron a su hermana un día y la introdujeron en la bañera, donde le «echaron agua hirviendo, al máximo», lo que provocó a la niña «quemaduras en las piernas». «La cogieron en peso de los dos lados y la metieron en la bañera», precisó el joven, quien dijo que le echaron el agua a sabiendas de que estaba caliente.

«No recuerdo lo que había hecho mi hermana para que le hicieran eso», rememoró el menor, quien sí que recuerda haber presenciado el episodio. Tampoco recuerda quién sostenía el grifo, pero sí que sujetaban a su hermana de la cabeza y que el agua caída «desde arriba».

Al ser preguntado por las otras lesiones que se hizo su hermana, dijo no haber presenciado ninguna de ellas. Sólo recuerda que su hermana tuvo un accidente en la piscina que le provocó una brecha en la barbilla y que se cayó de una bicicleta unos días antes del fallecimiento. En concreto, recuerda que la rueda de la bici se metió en un bache y la niña cayó «hacia un lado y hacia adelante», haciéndose daño en las rodillas, «pero nada más», aclaró. Además, admitió que acto seguido pegó a su hermana con una correa, algo que le hizo «más daño» que la propia caída.

La noche en la que falleció, el menor ha contado a la Fiscal que su padrastro le hizo coger a su hermana de la tripa, acostada en el suelo, mientras él «aplastaba el estómago a la niña con el pie, como quitándole gases». Sin embargo, la pequeña se levantó del suelo «y seguía igual de mal», por lo que le dieron una manzanilla y se fue a la cama. El hermano se durmió y, al levantarse a las 8.00 horas, miró hacia abajo desde la litera y vio a su hermana «tirada en el suelo, de cintura para arriba apoyada en la pared y el resto en el suelo, como si estuviera sentada», por lo que fue a visar a su madre.

Los abogados de los acusados pidieron al menor que recordara los «buenos momentos» vividos con la familia del padrastro, pero, aunque reconoció que hubo «momentos buenos», el chico dijo que el balance del verano fue «malo».