El coche es el lugar donde más horas de radio o música se escucha, pero en cambio es donde menos partido se le saca, no tanto por falta de calidad de los sistemas sino por desconocimiento del usuario de todas sus funciones.

Lejos quedan ya esas radios en las que sólo había dos botones: uno para el volumen y otro para el dial. Puede que ahora incluso no tengan botones porque se manejan desde pantallas táctiles o desde el volante, pero en cambio tienen un sinfín más de funciones que la mayoría son desconocidas para un usuario que se limita a cambiar de emisora y subir y bajar el volumen.

Casi nadie conoce que su radio dispone de RDS. Tanto es así que primero explicaremos lo que es. Radio Data System (RDS) son las pequeñas funciones digitales que permiten las actuales radios analógicas, antes de la llegada de la radio digital (DAB) que en España se encuentra especialmente retrasada. Como decimos, las RDS son señales digitales inaudibles para las personas pero interpretables por la radio para nutrirse de información.

Para saber qué tipo de información transmite la RDS recurriremos a una serie de siglas que seguro hemos visto en nuestros sistemas de audio, pero que la mayoría desconoce y qué son:

Volumen y ecualización de la radio

Que una radio se escuche bien no significa que se escuche alto, sino que tenga un sonido claro, limpio y lleno de matices; y si además es alto y no distorsiona, significa que tenemos entre manos un excelente equipo de sonido.

Para lograr un buen sonido es necesario ecualizar el equipo, modificando parámetros como los sonidos medios, graves o agudos, entre otros. Cuanto mejor sea el equipo más personalización ofrecerá, si bien con los tres primeros es más que suficiente. En su calibración no hay secreto, es ir ajustándoles de forma individual y en conjunto para que se escuche lo más clara posible la música que solemos reproducir en el coche.

Algunos equipos de sonidos también disfrutan de un subwoofer que puede a su vez ecualizarse. Se trata de un altavoz capa de reproducir frecuencias especialmente graves.

Una vez ecualizado el equipo, ya sólo queda ver hasta donde es capaz de subir el volumen antes de distorsionar y a partir de ahí encontrar el nivel más adecuado para cada tema. Respecto al volumen también hay que tener en cuenta que los sistemas más modernos tiene función de adaptación del mismo a la velocidad del vehículo y también son capaces de mitigarlo cuando engranamos la marcha atrás para hacer una maniobra o cuando nuestro navegador nos habla para indicarnos el camino. Incluso hay radios muy sofisticadas que emiten un sonido blanco que anula señales molestas en el habitáculo para gozar de un nivel de insonorización extraordinario.

Funciones de Balance y Fader

Junto a la ecualización del equipo encontraremos muchas veces estos dos parámetros. El 'Balance' permite equilibrar la emisión de sonido entre los altavoces situados a la derecha e izquierda del habitáculo y 'Fader' entre los de delante y detrás. De este modo podemos situar el foco del sonido donde mejor nos suene, llegando incluso a focalizarlo en un sólo punto.

Más allá de lograr una buena calidad sonora, estas opciones permiten crear distintas zonas de escucha. Si los niños están viendo una película detrás en la tablet, podemos poner la radio sólo delante para no molestarles y a la vez disfrutar nosotros delante de un sonido más limpio. De igual modo, si el acompañante y la persona del asiento trasero derecho se han dormido, podemos poner sólo los altavoces de la parte izquierda para no molestarlos.

Ahora que ya tienes toda esta información sólo te queda ir a tu coche y redescubrir tu equipo de sonido para sacarle todo su potencial.