Esta maniobra con la moto te puede costar un ojo de la cara

Las motocicletas destacan por su falta de estabilidad y su fragilidad, algo que hace sumamente desaconsejable la realización de ciertas maniobras

Esta maniobra con la moto te puede costar un ojo de la cara

Esta maniobra con la moto te puede costar un ojo de la cara

La mayoría de los motoristas que circulan por carretera cumplen con las normas de circulación. No obstante, en todas partes hay ovejas negras y el universo motero no es la excepción: la circulación a velocidades intergalácticas, los adelantamientos indebidos y hacer caso omiso de los semáforos parecen ser las señas de identidad de algunos pilotos de moto y de ciclomotor.

Lo mismo sucede con el “caballito”, una acción cuya práctica supone un alto riesgo para la integridad del propio motero, de los peatones y de los demás vehículos que circulan por la vía.

El “caballito”, una maniobra recreativa que solo debe realizarse en pista privada

Para quienes no lo sepan, el “caballito” es una maniobra de habilidad y recreativa, cuya única finalidad es demostrar que el piloto es muy diestro manejando la máquina.

Consiste en acelerar al máximo la moto y elevar su tren delantero, circulando a alta velocidad sobre la rueda trasera durante distancias que pueden llegar a ser de cientos de metros.

El nombre proviene de la similitud de la posición de la motocicleta con la de un caballo encabritado. Los moteros afirman que esta maniobra solo debe ser realizada por pilotos muy experimentados y en pista cerrada al público, dado el alto riesgo de que el hombre pierda el control sobre la máquina.

Los riesgos de hacer un “caballito” en la vía pública

Hacerlo implica los siguientes riesgos:

  • El atropello de los viandantes
  • La colisión con vehículos estacionados o en circulación, con muros y con farolas
  • Lesiones muy graves en el propio motorista, con el riesgo de fallecer

La cuantiosa sanción que la DGT destina a quienes “cabalgan” sobre la rueda trasera

En este sentido, la DGT acaba de dar un puñetazo encima de la mesa, recordando a los motoristas imprudentes que hacer el “caballito” en calles o carreteras está castigado con una multa de entre 200 y 500 euros, dependiendo de si se crean o no circunstancias de peligro para los otros usuarios de la vía. Además, al piloto infractor se le detraerán nada más y nada menos que 6 puntos de su permiso de conducir.