La política es retórica desde que hubo que convencer a una audiencia. Esto lo saben en Italia desde los tiempos de la Antigua Roma y es lo que ha aprendido la ultraderechista Giorgia Meloni, la nueva primera ministra del país transalpino. Así, además de conquistar el espacio público -desde la calle hasta las instituciones-, también está intentando colonizar el lenguajeapropiándose de palabras poderosas que pululan y se repiten en sus discursos, pero también creando una jerga destinada a enmascarar su ideario político.

Patria, libertad, traición. Ejemplos hay muchos. En la primera semana de su mandato, el caso más evidente fue el del apelativo que ha elegido para que se refieran a ella: "el Presidente del Consejo de Ministros". Así deberán llamarla oficialmente los ministerios italianos de aquí en adelante, aclaró finalmente una nota oficial divulgada el viernes, después de que por días en los comunicados de prensa de Palazzo Chigi (la sede del Gobierno italiano) apareciese el género masculino del artículo y del sustantivo del cargo que ostenta primera mujer que obtiene el puesto en la historia del país.

Lo que, como era de esperar, no solo causó la ira de numerosas feministas, sino que también obligó a intervenir a la Academia de la Crusca, el instituto nacional para la salvaguarda del italiano. Hacerse llamar así es "una preferencia lingüística, tal vez hoy minoritaria, relacionada con la pertenencia a otras generaciones, o vinculada a una consciente elección ideológica", explicó finalmente el presidente de la Academia, Claudio Marazzini, al aclarar que, pese a ello, ambas formas son gramáticamente correctas.

Distinto fue el caso de underdogLa palabra, así en inglés y muy poco conocida en Italia, fue usada por Meloni durante su primer discurso en el Congreso italiano, con el intento de transmitir la instantánea de una líder que estará del lado de los perdedores de las disfunciones del sistema actual. "Lo paradójico es que la gente, aún no conociendo la palabra, entendió qué quería decir", dice a este diario Gianluca Comin, analista de Estrategias Comunicativas de la Universidad Luiss de Roma. 

Cosmopolitas vs. nacionalistas

De hecho, los expertos no coinciden completamente en sus primeros análisis del lenguaje de Meloni, pero sí en una afirmación: la forma de comunicar de Meloni es "eficaz". "Su lenguaje es sencillo, muy colorido y acompañado por una fuerte gestualidad, que parece espontánea y hace fácil escucharla, identificarse con lo que dice. Eso le gusta a las personas", afirma Comin, al añadir que, sin embargo, no descarta que la oratoria de Meloni se transforme con el paso del tiempo.

En parte ya ha pasado. De una abundancia de los eslóganes motivacionales y revanchistas ("Orgullo, italianos") pronunciados durante la campaña electoral, Meloni ha pasado a emplear cada vez más la palabra "responsabilidad", que busca evocar una actitud de moderación ante el cargo que desempeña ahora, sobre todo con la mira puesta en hacerse con el favor de los sectores más centristas del país, y tranquilizar a las cancillerías europeas.

Aunque puede que sea más complejo que esto. Una prueba es el uso por parte de Meloni del término "patriota", en lugar de la vocablo "ciudadano" popularizada por la Revolución Francesa, el hecho histórico que se interpone en el desarrollo del nacionalismo. Algo que evoca una división: "de una parte, la razón laica y cosmopolita al servicio de la colectividad; de la otra, un espíritu del pueblo (Volksgeist) que apela a la defensa de la unidad nacional y unidad de idioma, cultura, costumbres y tradiciones", según explicaba en estos días el lingüista Massimo Arcangeli.