El presidente egipcio, Mohamed Mursi, dijo que la legitimidad "es la única garantía para la estabilidad y contra la violencia", y reiteró su llamamiento a la formación de un gobierno de unidad nacional que organice elecciones legislativas.

En un comunicado difundido en Facebook, la Presidencia explicó que su propuesta está basada en la "legitimidad constitucional que construyeron juntos los egipcios" y que esta "responde a las demandas del pueblo".

Mursi se pronunció así antes de que el Ejército emita un comunicado tras reunirse con distintas fuerzas políticas, religiosas y juveniles para abordar la crisis, cuando ya ha expirado el ultimátum que los militares le dieron para "atender las demandas del pueblo".

El mandatario explicó que su iniciativa busca establecer un gobierno de coalición en los próximos meses hasta la celebración de comicios parlamentarios y un primer ministro de consenso.

Asimismo, responsabilizó a la mayoría de las fuerzas de la oposición de boicotear en los últimos meses los intentos de diálogo lanzados desde la Presidencia.

"Comete un error quien crea que se puede imponer la legitimidad de la fuerza sobre este pueblo que probó el sabor de la libertad", aseguró Mursi, que alertó de la destrucción de la revolución de 2011, en la que fue depuesto el presidente Hosni Mubarak después de casi 30 años en el poder.

Para Mursi, "la falta de respeto a la legitimidad constitucional amenaza la práctica democrática con un desvío de su camino correcto y la libertad de expresión que ha vivido Egipto después de la revolución".

El Ejército corta los accesos a la plaza de Rabea

Blindados del Ejército egipcio han cerrado todos los accesos a la plaza de Rabea al Adauiya, en el este de El Cairo, donde se congregan decenas de miles de islamistas seguidores del presidente Mohamed Mursi, informó a Efe una fuente militar.

La fuente explicó que la medida fue adoptada "para preservar la vida de las personas y evitar enfrentamientos" entre opositores y seguidores de Mursi.

Por su lado, la agencia oficial Mena, que cita a otra fuente militar, aseguró que la jefatura de la Zona Militar Central de Egipto ha ordenado un fuerte despliegue en la plaza Tahrir y junto al Palacio Presidencial de Itihadiya, donde se congregan los opositores, y la plazas de Rabea al Adauiya y Al Nahda, junto a la Universidad de El Cairo, donde se hallan los islamistas.

Según esa fuente, el objetivo de los militares es "cumplir con el máximo grado de protección a los manifestantes en esta etapa crítica de la historia de Egipto".

Se espera que en breve las Fuerzas Armadas egipcias difundan un mensaje a la nación tras el final del ultimátum de 48 horas que concedieron el pasado lunes a Mursi para que este atendiera "las demandas populares" de los millones de manifestantes que han exigido su renuncia.

Uno de los asesores más cercanos a Mursi y alto cargo de los Hermanos Musulmanes, Esam Hadad, calificó hoy los sucesos en Egipto de "golpe de Estado" y pronosticó que generarán mucha violencia.

Mientras, en Tahrir cientos de miles de personas esperan, en un ambiente de euforia, el comunicado de los militares, que se han reunido con los dirigentes "religiosos, nacionales, políticos y juveniles" del país.