Fiestas de Primavera

Fiesta en el centro de Murcia: el pasacalles sardinero desata la locura horas antes del Entierro

El paseo Alfonso X y la calle Trapería de Murcia se han convertido una vez más en el punto de reunión de murcianos y visitantes, con música y barras en las que reponer fuerzas

Pasacalles sardinero de este sábado

Israel Sánchez

La celebración sardinera vive este sábado su día grande en Murcia. A horas del Gran Desfile del Entierro de la Sardina y la posterior Quema del Catafalco, construido por el artista ceheginero Nicolás de Maya, la capital del Segura se ha echado a la calle a mediodía para gozar de los pasacalles y reponer fuerzas para disfrutar los episodios más intensos de la fiesta al caer el sol. Todo ello en la jornada siguiente en la que Doña Sardina 2024, la periodista Encarna Talavera, hiciera vibrar a La Glorieta pronunciando un testamento en el cual se ensañó con el plan de movilidad, se mofó del ferrocarril de alta velocidad, alabó el talento del tenista Carlos Alcaraz y reivindicó la gastronomía y la música ‘made in Murcia’.

El lugar escogido para ello, como de costumbre, ha sido el paseo Alfonso X y la calle Trapería, donde miembros de los grupos sardineros, con sus bolsones e inconfundibles uniformes de vivos colores, han recorrido la zona repartiendo a residentes y visitantes abalorios que no serán lanzados desde las carrozas del cortejo sardinero de la noche. Se reparten en mano por sus reducidas dimensiones, siendo lo más buscado la bisutería con motivos de la festividad y con mucho brillante.

Los grupos, cargados hasta los topes, se han hecho paso entre miles de personas con sus característicos carros, silbatos y charangas, evocando al origen carnavalero de la fiesta.

El cortejo ha estado encabezado por la banda de gaitas lusa Viana do Castelo, con sus indumentarias tradicionales, seguida por los grupos Centauro y Polifemo. Hércules ha desatado la locura al ser de los primeros en lanzar regalos al aire. Y algunos grupos han destacado por el nivel de personalización de los carros en los cuales transportan los obsequios. Aquiles se ha presentado con un auténtico caballo de Troya; Morfeo ha hecho lo propio con su carromato con luces de neón y rematado por un búho.

Familias enteras se han hecho los obsequios entregados o lanzados por los sardineros, usando bolsas para acarrear todo lo conseguido.

El hachonero de Plutón Antonio Orozco, de 27 años, enseña los juguetes que reparte su grupo: "Estrellas de mar, murciélagos, peluches, cintitas, pulseras...". Orozco recuerda que siempre se ha organizado el pasacalles antes del Gran Desfile, cuando puede haber momentos tensos con la gente que se acerca demasiado a las carrozas y compromete su propia seguridad.

Pero es el aperitivo lo que ha convocado a multitudes en la citada vía pública y espacios aledaños, donde se han instalado barras. Como en la plaza Julián Romea, con música en directo; o en la calle Bartolomé Pérez Casas, lugar en el que precisamente se halla el Monumento al Sardinero. Si la estatua cobrara vida, se uniría al jolgorio y pediría, además de la caña de rigor para combatir las temperaturas propias de la primavera, tentenpiés como caballitos, tigres, croquetas, empanadillas o los pasteles de carne, que jamás pueden faltar en cualquier cita.

La cercana Plaza Circular también ha sido uno de los espacios más transitados en esta soleada mañana de sábado. Numeroso público se ha acercado a admirar el arte floral de los 'Jardines de Primavera'. La iniciativa municipal ha llevado a Redonda, entre otras, esculturas de gran tamaño hechas de vegetación, mariposas, las figuras de huertanas con sus vestidos típicos instaladas en la gran fuente y hasta a Minnie Mouse.

El broche antes de vitorear las carrozas y entonar el Himno Sardinero mientras el catafalco es reducido a cenizas,  tuvo como protagonista el inconfundible sonido la ‘tronaera’ que se disparó poco antes de las dos de la tarde en la Redonda como previa al apoteósico fin de fiesta.