Baloncesto

La final de la ACB más dispar del siglo XXI

Los jugadores del UCAM, en torno a Sito en Málaga.

Los jugadores del UCAM, en torno a Sito en Málaga.

Dioni García

Dioni García

El deporte está lleno de historias insólitas, de equipos humildes que se han revelado para alcanzar hitos insospechados. En el fútbol podemos encontrar muchos casos, sobre todo en la Copa del Rey, donde equipos de cuarta categoría eliminan a otros de la máxima. En el baloncesto, sin embargo, es más complicado encontrarlas. Esas gestas están reservadas para elegidos, como el TDK Manresa en la década de los noventa, un club que en dos años ganó una Copa del Rey y una ACB. Desde 1998, ningún club de la talla del UCAM Murcia CB había desafiado el status quo como lo ha hecho este curso el conjunto de Sito Alonso. Bien es cierto que el Bilbao Basket se coló en una final en 2011, en la que cayó derrotado, pero aquel proyecto bilbaíno, con una fuerte inversión económica, después pasó serios apuros para sobrevivir, llegando a estar incluso al borde de la desaparición.

En el siglo XXI, la final Real Madrid-UCAM Murcia que comienza mañana en el WiZink Center es, sin duda, la más dispar que se ha vivido. Nunca un club como el murciano, que esta temporada ha manejado un presupuesto que ha rondado los 5,5 millones de euros, había llegado tan lejos. Y es que la entidad que preside María Dolores Martínez ha roto varios techos de cristal no solo propios, sino de la competición. Por ejemplo, es el primero que se mete en la gran final sin vencer ni un solo partido en play off en casa y firmando un pleno (cinco de cinco) fuera. También es la primera vez que un equipo que acabó quinto en la clasificación y, por tanto, tuvo el factor cancha en contra tanto en cuartos de final como en semifinales, llegó a la lucha por el título.

David contra Goliat, Real Madrid contra UCAM Murcia. Un club con un presupuesto de 45 millones euros, que esta temporada ha ganado la Supercopa y la Copa del Rey, además de ser subcampeón de la Euroliga tras perder la final ante el Panathinaikos, contra otro con 5,5 que ha alcanzado las mayores cotas de su historia y que llega cargado de ilusión, aunque también mermado físicamente.

Solo un jugador del Real Madrid, el exmurcianista Facundo Campazzo, tiene un contrato de 2,5 millones de euros brutos. Es decir, casi la mitad del presupuesto que tiene el UCAM Murcia para toda la estructura del club. Además, está a punto de renovar a Mario Hezonja por la misma cantidad para las dos próximas temporadas, y también ha planteado un contrato millonario para su pívot franquicia, Edy Tavares.

No hay color entre uno y otro, pero pese a ello, esta campaña los de Sito Alonso fueron capaces de derrotar a los blancos en un partido en el Palacio de los Deportes que no olvidan los madridistas. Será la tercera vez que se vean las caras este curso ambos conjuntos, puesto que también se enfrentaron en los cuartos de final de la Copa del Rey en Málaga, donde los murcianos estuvieron a punto de sorprender a un conjunto que posteriormente se proclamó campeón.

«Hemos jugado esta temporada partidos muy igualados y duros contra el UCAM Murcia», recordaba ayer Sergio Llull en Real Madrid Televisión. «Va a ser igual o peor en esta final porque llegan muy motivados y eufóricos. Van a querer ponernos las cosas muy difíciles porque cuando un equipo llega sin nada que perder es más peligroso aún. Debemos estar muy concentrados en lo que tenemos que hacer e intentar ser nosotros mismos para tener opciones de ganar esta Liga», explicó el balear.

«El UCAM Murcia ha ganado todos los partidos del play-off fuera de casa, tanto en los cuartos de final en Valencia como en las semifinales en Málaga. Eso habla muy bien de su carácter y de lo peligroso que es a domicilio. Destaco su energía en defensa y ataque. Defienden muy agresivo y les gusta mucho correr. Tienen poderío también en un aspecto clave del juego como el rebote», añadió.

Los madridistas solo han tenido que jugar cinco partidos en los play off, dos contra el Gran Canaria y tres frente al Barcelona. Los murcianos, por su parte, llevan ocho, tres contra el Valencia y cinco en una serie semifinal apasionante contra el Unicaja: «Cuando llegas a una final lo que haya pasado antes da igual. El cansancio no se nota debido a la motivación que tienes por hacer las cosas bien. Estamos en una buena dinámica, en buena línea, con confianza y con la mente puesta en el partido del sábado (mañana para el lector). Estamos contentos de estar en esta final y centrados en rematar un año que, si ganamos la Liga, sería muy bueno», explicó Sergio Llull.

En el recuerdo también está la eliminatoria de cuartos de final que protagonizaron ambos clubes en la única ocasión hasta el momento que había disputado el UCAM Murcia los play off por el título. Fue en 2016 con Facundo Campazzo en las filas murcianas. Los blancos ganaron el primer partido en casa en la prórroga por 107-103, pero en el segundo cayeron en Murcia por 91-87. En el tercero y último, el triunfo cayó del lado del Real Madrid por 93-72.

Mañana, en el WiZink Center, dará comienzo una final histórica no solo para los murcianistas, sino para un baloncesto español donde un equipo rebelde ha llegado para hacer saltar el status quo.