Fútbol

El Real Murcia se deja hasta el honor en el cierre de liga en Madrid (3-1)

Los granas, ya sin nada en juego, suman otra sonrojante derrota, esta vez ante un Atlético que no tuvo problemas para dar la vuelta al gol inicial de Pedro León

Álex Rubio en el encuentro de este sábado

Álex Rubio en el encuentro de este sábado / lof

Ángela Moreno

Ángela Moreno

No se jugaba nada el Real Murcia. No se jugaba nada deportivamente. Aunque en juego sí había algo de honor. Honor a los aficionados que, sabiendo que ya no había deberes por hacer, se plantaron en el Cerro del Espino. Honor a un murcianismo que ha sumado otra nueva decepción esta campaña. Y honor a un escudo que durante muchos meses fue arrastrado por el fango de la clasificación. Había en juego honor, pero ni el honor salvó el Real Murcia de Pablo Alfaro. Porque los de Alfaro estaban más pendientes de sus vacaciones que de lo que ocurría ante el Atlético B, un Atlético B que tampoco se jugaba nada deportivamente, pero que sí intentó por lo menos mostrar un poco de interés, ganando a un Real Murcia (3-1) que tras la derrota tendrá las cosas mucho más claras respecto a la planificación de la temporada 24-25, y es que este sabádo más de uno, empezando por Pablo Alfaro y continuando por más de un jugador, se ganaron la carta de despido inmediata.

Un inicio alejado de la realidad

Ni con un gol sacado de la chistera por Pedro León cuando apenas habían transcurrido siete minutos fue capaz el Real Murcia de implicarse en el partido, un partido que significa el cierre de la liga regular. 

Tal y como se encontraron el tanto los visitantes, lo dejaron caer en el olvido. Porque a los veinte minutos el Atlético B ya ganaba. Cala era el primero en mostrarnos las costuras de Marc Baró, un Marc Baró al que muchos intentan ver solo las luces, pero que también tiene muchas sombras, solo hay que contar los goles que llegan por su banda. Ese 1-1 llegaba en el 16, tras un balón filtrado de Dani Martínez, y solo tres minutos después, aprovechando un lanzamiento de falta, los rojiblancos confirmaban la caraja defensiva de los murcianistas. Diego Bri remataba de cabeza para batir a Iker Piedra, que era una de las novedades en el once de Alfaro.

Algunos inéditos en el once

Le dio la alternativa el técnico maño al tercer portero, como también sacó del obstracismo al central Andrés López, recuperó a Sabit y se acordó de Álex Rubio. Además, Pedro León volvía al once y lo hacía con un gran gol, demostrando su clase pese a que esta no ha sido su temporada. 

Esas eran las novedades de un equipo que además tenía en este último partido la posibilidad de seguir reivindicándose para la próxima temporada. Pero ninguno lo hizo. Han fallado en las últimas jornadas cuando la presión de la clasificación apareció y fallaron en un partido sin nada en juego. No solo decepcionó el marcador, también decepcionó un Alfaro que no fue capaz de hacer protagonista a su equipo cuando ya no te aprieta la obligación de ganar.

Aficionados del Real Murcia viendo el partido en el Cerro del Espino

Aficionados del Real Murcia viendo el partido en el Cerro del Espino / lof

Porque al igual que los equipos del descenso, cuando confirman su caída siempre son capaces de sorprender en algunos de sus encuentros, el Real Murcia ni es capaz de jugar al fútbol en unas situaciones ni en otras. Se despiden los granas de la liga sin hacernos ver cuál es su estilo, cuál es su propuesta, quién maneja el centro del campo, cuál es el camino elegido para llegar al área rival. Y eso que Alfaro lleva ya desde noviembre sentado en el mismo banquillo.

Fue una primera parte decepcionante. De jugar andando. De no tener ningún criterio con el balón. Llegó el gol porque se lo inventó Pedro León y luego tuvo dos ocasiones para empatar, pero en ambos casos la defensa rojiblanca estuvo más fiable que la grana. Primero salvaron una llegada por banda de Álex Rubio y luego sacaron bajo palos un remate de Rofino.

Mucho más constantes fueron los de Tevenet en esa primera parte. Querían acabar con buenas sensaciones la liga los rojiblancos y al descanso cumplían con su objetivo.

Más sonrojos tras el descanso

Pero ni con la victoria se conformaban los de Tevenet. Se demostró a la vuelta de vestuarios. Solo necesitaron un minuto para ampliar todavía más su distancia. Lo hacían en una jugada a balón parado que acabó con Carrillo metiendo el gol en su propia portería (3-1). E incluso pudo llegar el cuarto un poco después de no ser por la intervención de Iker Piedra.

Mientras tanto el único que intentaba sorprender a Iturbe era Pedro León, pero el disparo del muleño tras el 3-1 acabó en las manos del meta local.

Pablo Alfaro en el banquillo

Pablo Alfaro en el banquillo / lof

No había reaccionado Alfaro al descanso pese a que lo que estaba viendo dejaba mucho que desear. Tampoco lo hizo tras el golpetazo del 3-1. Hubo que esperar al minuto 59 para que llegaran los primeros movimientos. Larrea, que en el Cerro del Espino lo único que hizo fue acelerar su salida del Real Murcia, dejaba su puesto a Tomás Pina, mientras que Carlos Rojas volvía a disfrutar de minutos después de regresar de su lesión. Se marchaba Loren Burón.

Imanol, ya recuperado

Disfrutaba de minutos Carlos Rojas, que una semana antes había vuelto tras superar una grave lesión, y también entraba al terreno de juego Imanol Alonso, la única buena noticia del partido para los granas. El jugador murcianista, que en enero pasaba por el quirófano tras fracturarse el peroné, ya está de vuelta.

Con el partido entrando en los minutos finales, el Real Murcia intentó maquillar su imagen dando un paso al frente. Tuvo el gol Amin en un remate de cabeza, pero se encontró con Iturbe. Poco más pudimos ver en un partido que acabó con derrota, una derrota muy dolorosa para el Real Murcia, que no supo ni defender su honor en el último encuentro liguero.