Tenis

Carlos Alcaraz no se podrá cruzar con Djokovic hasta la final de Roland Garros

El murciano, que prepara su participación en París en El Palmar, será el segundo cabeza de serie del torneo ante la baja del italiano Sinner

Carlos Alcarz, con Ferrero a su izquierda, ayer en el entrenamiento en el Club de Campo. | JUAN CARLOS CAVAL

Carlos Alcarz, con Ferrero a su izquierda, ayer en el entrenamiento en el Club de Campo. | JUAN CARLOS CAVAL / dioni garcía

Dioni García

Dioni García

Carlos Alcaraz no es el único tenista que sufre la exigencia de la alta competición. De hecho, cuando aún no se llevan consumidos ni cinco meses, son varios los jugadores que han tenido que echar pie a tierra para recuperarse de lesiones. El murciano lo hizo después de Miami, cuando renunció a jugar en Montecarlo y Barcelona, y tras caer en Madrid. Aún está en proceso de recuperación de sus problemas en el brazo derecho. Ayer, en el entrenamiento que celebró en la Real Sociedad Club de Campo de El Palmar ante la atenta mirada de Juan Carlos Ferrero, volvió a lucir la malla que luce desde hace algún tiempo para darle seguridad en la zona afectada.

La intensidad del trabajo ha crecido esta semana, la primera en la que ha empuñado la raqueta después de Madrid, pero aún con precauciones, aunque se pudo comprobar que ya golpea con más fuerza la derecha, su principal arma. Su entorno es optimista sobre el estado de forma en el que llegará a París, donde además no tendrá la exigencia de jugar partidos en días consecutivos y su estreno no se producirá hasta el lunes 27 o martes 28. Eso sí, la exigencia de encuentros a cinco sets es un dato a tener en cuenta.

Y mientras que Alcaraz avanza en su recuperación de cara a estar en las mejores condiciones en Roland Garros, que comenzará el próximo 26 de mayo, uno de sus rivales, Jannik Sinner, ha tenido que tomar una difícil decisión, que es renunciar al segundo Grand Slam de la temporada.

Sinner, ganador del Abierto de Australia y el número 1 de la clasificación de 2024, se retiró en Madrid por unos problemas en la cadera. Según La Gazzeta dello Sport, es más seria de lo que se preveía. En estos momentos ni siquiera está entrenando y no sabe cuándo volverá a la competición. Lo que ya tiene claro el italiano es que no estará en París, donde solo tenía que defender 65 puntos.

Según el diario italiano, los médicos han recomendado al jugador un mayor descanso y reposo porque existe la posibilidad de que esas molestias se conviertan en algo crónico, un riesgo que Sinner no quiere asumir con tan solo 22 años.

Las consecuencias para Alcaraz

La renuncia de Sinner, que será oficial en breve, tiene consecuencias para el cuadro final de Roland Garros. La que más afecta a Carlos Alcaraz es que pasará de ser el tercer al segundo cabeza de serie. Y, por tanto, no se cruzaría con Novak Djokovic, el número 1 y que con su derrota en Roma ha generado algunas dudas, hasta la final.

Alcaraz y Djokovic ya se vieron las caras en 2023 en Roland Garros, pero fue en semifinales porque el serbio llegó al torneo como número 3 del mundo. En ese duelo salió victorioso ‘Nole’, quien después se proclamó campeón al derrotar en la final a Casper Ruud.

El serbio, por tanto, tendrá que defender 2.000 puntos y de no alcanzar la final, vería cómo incluso Sinner, aun sin llegar a jugar, le adelanta. También se le podría echar encima Alcaraz, que en estos momentos es tercero con 7.345 puntos por los 8.860 de Sinner y los 9.990 de un Djokovic que no parece estar en un buen momento después de despedir a su entrenador y preparador físico, Goran Ivanisevic y Marco Pachini, respectivamente.

La incógnita de Rafa Nadal

Rafa Nadal cayó eliminado el pasado sábado en el Masters 1.000 de Roma pero aún no ha anunciado si estará en Roland Garros. Su entrenador, Carlos Moyá, afirmó ayer a IB3 Televisión que su presencia dependerá de su «evolución física y mental» porque en París tendrá que «aguantar partidos a cinco sets con solo un día de descanso entre cada uno de ellos. Todavía no hemos decidido, vamos a esperar a los próximos entrenamientos porque le falta un poco de ritmo de competición», concluyó.