Entrevista | Francisco Molina Campeón de España de tenis de mesa para personas con Parkinson

"El tenis de mesa proporciona muchos beneficios a las personas que tenemos la enfermedad del Parkinson"

El murciano se ha convertido en el primer campeón de España para personas que sufren un trastorno neurodegenerativo que les limita la movilidad

Francisco Moina, durante un entrenamiento.

Francisco Moina, durante un entrenamiento. / Juan Carlos Caval

Dioni García

Dioni García

Campeón de España de tenis de mesa para personas con Parkinson. Francisco Molina Gómez (Murcia, 14 de mayo de 1962) se ha convertido en el primer campeón de España de tenis de mesa con Parkison. Hace doce años le detectaron la enfermedad y tuvo que cesar su actividad laboral como analista geotécnico. Padre de un destacado jugador del CTM#Murcia, no ha dejado de hacer deporte en ningún momento.

¿Desde cuándo hace deporte?

En mi vida he tenido dos fases. La primera fue en mi etapa juvenil, pero después hubo un lapsus entre las novias y otra serie de cosas hasta que lo volví a retomar con 30 años. Y hasta ahora.

¿Qué practicaba?

Tenis de mesa, fútbol, tenis y balonmano, pero el que me caló más hondo fue el tenis de mesa.

Además, tiene un hijo que juega en el CTM Murcia.

Sí, es un jugador de primer nivel, juega muy bien. Le inculqué el veneno.

Y ahora ha sido campeón de España para personas con Parkinson.

Sí, se ha celebrado el primer campeonato organizado por la Federación Española, que ha tenido un comportamiento con todos los participantes muy atento y he sido el campeón.

¿Cuándo le detectaron el Parkinson?

Hace doce años. Empecé en el 2012 y es una enfermedad que te va machacando, te va engarrotando cada vez más el cuerpo, y este deporte me ha ayudado a soltarme un poco, ya no solo físicamente, también mentalmente, porque siempre estás pensando en la enfermedad. Con un deporte así consigues evadirte un poco.

¿Imagino que el tenis de mesa le ayudará a tener más movilidad?

El neurólogo dice que es un deporte que está muy indicado para esta enfermedad, porque al ser neurodegenerativa, tiende a adormecerse todo el cuerpo, la mente y el habla. Está bastante indicado para esta enfermedad. Es un deporte donde te tienes que mover muchísimo y nuestra enfermedad implica que cada vez te mueves menos.

¿Qué beneficios ha encontrado practicando el tenis de mesa?

La verdad es que cuando no practico el tenis de mesa estoy más encogido. Te ayuda a liberarte y si no puedes más ágil, en la medida de las posibilidades de cada uno. Es muy positivo.

¿Le han recomendado otra actividad física?

Caminar bastante y hasta donde puedes llegar. También el tenis me encanta y suelo jugar los fines de semana con amigos. La verdad es que no paro porque si lo hago me quedo anclado en el sofá y ahí vienen los kilos y viene todo.

¿Fue un palo importante conocer que padece esta enfermedad?

Sí que fue un palo mental muy fuerte. Y básicamente, a mí me encantaba montar en moto y no puedo ahora. Hay una serie de cosas que se acaban de repente. Fue bastante duro. Hay que adaptarse, pero te quedas planchado.

Pero usted se ha adaptado bien, ha dado un paso al frente.

Sí, intento sobrevivir. Hago todo lo que puedo, salgo a caminar, entreno al tenis de mesa. En fin, ya que no puedo ir a trabajar, que es lo que me gustaría, empleo el tiempo en todo lo que puedo.

¿Y qué le puede recomendar a esa gente que tiene esta enfermedad?

La vida es una lucha continua y hay que luchar, salir de las depresiones, de los golpes que te da la vida y para adelante.

¿Cómo supo que tenía la enfermedad?

Empezó todo de una forma graciosa. Estaba viendo la televisión y empecé a notar un temblor en el brazo derecho que me hizo hasta cierta gracia porque no podía parar de mover el brazo. Ahí comenzó todo.

¿Pasó mucho tiempo hasta que le diagnosticaron el Parkinson?

No, fue relativamente rápido. La expresividad de la cara de una persona que tiene Parkison es muy acartonada, la mirada, el rostro, se ve enseguida. La doctora que me dio la primera impresión se me quedó mirando y me dijo que tenía Parkinson sin hacerme ninguna otra prueba. Después vinieron otra serie de pruebas en la Arrixaca, con líquido y contrastes en el cerebro, algo habitual, y se confirmó que efectivamente lo tenía.

¿Puede llevar una vida más o menos normal, excepto trabajar?

Sí. Desgraciadamente he perdido los movimientos finos que me hacían falta en las manos para mi trabajo, no puedo hacer ninguna cosa extraordinaria con las manos porque el temblor me lo impide.

Sin embargo, no le impide jugar al tenis de mesa.

Es que en el tenis de mesa parece que se me enciende una luz y sí puedo jugar, no con el nivel que tenía hace unos años, pero sí que me defiendo, me puedo mover. En Guadalajara había una serie de personas que tienen más afectado el cuerpo, pero no es mi caso. El Parkinson ataca a cada uno de una manera, como en las piernas, los brazos y la cabeza.

¿Llegó a un buen nivel en su etapa juvenil?

Tenía un nivel de segunda división. Sí que conseguí algunos como logros, como campeón de España de veteranos de más de 50 años, y en mi etapa juvenil, en 1978 en Valladolid, fue campeón de España cadete, y alguna cosa más, como varios regionales.

Lo que estoy comprobando es que la memoria la tiene muy bien.

Sí, la memoria no la he perdido. De ahí a otra serie de problemas más graves no hay nada, como el Alzheimer y otras cosas que conocemos. De momento no tengo ningún problema de cabeza.

Quizás por ello ha afrontado la enfermedad de manera positiva.

La cabeza la tengo prácticamente normal. Mis problemas son otros, los movimientos y los temblores, pero de cabeza, de momento, no tengo ninguno.

¿Se esperaba ser campeón de España?

Íbamos un poco a ver qué pasaba, no conocía ningún jugador bueno que ahora tenga Parkison y por ello tenía una cierta esperanza de que lo iba a hacer bien. Después hay que lucharlo y tuve un cruce importante en cuartos y la final también fue complicada. Afortunadamente me traje el título.

Pues ha debido ser un subidón de moral.

Sí, un éxito de este tipo te anima muchísimo, es un espaldarazo. Te das cuenta que lo que haces cuando vas a entrenar y toda la preparación que conlleva sirve para algo.

¿Le da consejos a su hijo?

Teníamos una relación deportiva un poco compleja porque él le hacía caso a todo el mundo menos a mí. Decidí tomármelo con más calma, no presionarle y que juegue y se divierta.

¿Le gusta ver los partidos de su hijo?

Sí, me encanta, los veo por televisión porque los retransmite por Facebook.

¿Es mejor que usted cuando era joven?

Claro, tres veces mejor que yo. Ha cambiado mucho este deporte con el paso de los años, se ha especializado todo, como los materiales, y no tiene nada que ver el tenis de mesa de ahora con el que yo empecé a practicar hace 50 años, cuando había gente que jugaba con palas de corcho, sin revestimiento de goma. Yo empecé con palas de corcho en la OJE, que es lo que se llevaba entonces. Allí se podía jugar al ajedrez, las damas y el tenis de mesa, y yo me especialicé porque el que quería, jugar tenía que ganar partidos para quedarse en la mesa, y llegó un momento en el que empezaba la tarde y la terminaba dentro de la mesa sin perder. Era un vicio sano.

¿Entrena ahora mucho?

Antes entrenaba más, pero ahora voy una o dos veces a la semana con compañeros del Club Tenis de Mesa Murcia y lo aprovechamos para desayunar y echar un rato juntos, algo que me viene muy bien.

¿Y después de ser campeón de España, qué se plantea?

Me hace ilusión también ir al Campeonato de Europa a ver qué tal les va a los ‘parkinsonianos’ por este mundo. Hay un Mundial cada año y este año creo que se juega en Irlanda. No sé si voy a llegar a tiempo de planificarlo todo porque hay que hilar mucho el presupuesto, pero estoy convencido de que algún podré jugarlo, al menos una vez en la vida me gustaría hacerlo.