La portería, un puesto inestable en el Real Murcia

La del portero es una de las figuras más cuestionadas en cualquier equipo de fútbol. Con permiso del entrenador, suele cargar con la responsabilidad de un mal resultado cuando su actuación se topa con algún error determinante, sin importar sus aciertos incluso durante el mismo encuentro. Por eso, cuando un equipo da con la tecla y encuentra un meta con una seguridad y regularidad más que suficientes bajo palos, los motivos para la celebración son evidentes. El problema llega cuando, por diversas razones, la portería no encuentra un inquilino estable, y algo así le está pasando al Real Murcia esta temporada.

El conjunto grana no destaca precisamente esta campaña por sus malos números en cuanto a goles encajados, de hecho se encuentra ligeramente por encima de la zona media de la tabla de equipos más goleados. El problema llega cuando estos goles recibidos reducen notablemente la posibilidad del Real Murcia de hacerse con los tres puntos. Y es que los granas esta temporada se han acostumbrado a ganar, con alguna excepción, únicamente cuando dejan la portería a cero. Solo ante Recreativo Granada en la primera jornada (1-2), y frente a Alcoyano hace unas semanas (2-3), el conjunto murcianista fue capaz de llevarse los tres puntos aun habiendo recibido gol.

Y es por eso que tanto club como afición esperan como agua de mayo echar el cerrojo en la portería para poder aspirar en condiciones al objetivo del ascenso, aunque éste tenga que llegar por medio del play off. Sin embargo, la solidez en la meta se está viendo truncada esta campaña por motivos a veces ajenos a la propia actuación del portero de turno. Y digo de turno porque lo que parecía un puesto asegurado para Manu García bajo los palos en agosto, a raíz de lesiones o decisiones técnicas ha propiciado la entrada en escena de Gianni Cassaro, quien llegó al club el último día de mercado veraniego con la vitola de guardameta suplente.

El debate de la portería del Real Murcia no tardó en hacer aparición tras un inicio de competición en el que las dudas comenzaron a acechar a un Manu García que, también incorporado al club grana ese mismo verano, y con dos ascensos a Segunda División y un Zamora en el curriculum, no pudo evitar encajar siete goles en las tres primeras jornadas. Es cierto que la zaga grana también tuvo su parte de culpa, pero los focos ya comenzaban a mirar hacia la portería.

A Gianni Cassaro le llegó el turno a comienzos de octubre, aún con Gustavo Munúa al frente del banquillo grana, pero la decisión de mantener al hispano italiano bajo los palos caducó a las tres jornadas. En ese momento no lo sabía, pero no volvería a jugar como titular hasta cuatro meses más tarde, el pasado 10 de febrero, cuando debido a la lesión en el sóleo de Manu García tuvo que defender la meta ante Alcoyano, Intercity y Real Madrid Castilla.

El Real Murcia se sumió entonces en una dinámica de resultados negativa, y aunque la responsabilidad de estos no se le puede achacar completamente a Gianni, la afición esperaba volver a ver sobre el terreno de juego a Manu García. Porque las estadísticas, al menos en este inicio de año, avalan al portero sevillano. Con él bajo palos, el Real Murcia aún no ha perdido en este 2024, encajando además tan solo un tanto, frente al Atlético de Madrid B.

Con Iker Piedra, tan solo presente sobre el césped en la derrota en primera ronda de Copa del Rey ante el Arandina, descartado de la ‘lucha’ por la portería grana, todo parece indicar que el Real Murcia confiará en su regreso tras lesión la portería a Manu García con el deseo de encontrar esa estabilidad que hasta ahora no ha podido de disfrutar. Las opciones granas de alcanzar el play off por el ascenso pasan, visto lo visto esta temporada y aunque parezca una obviedad, por encajar los menos tantos posibles.