Monteagudo, la última bala de un Miguel Linares en el alambre

Ya entrena el UCAM Murcia a las órdenes de Alberto Monteagudo. La imagen que se podía haber dado hace casi dos meses tuvo que esperar hasta ayer. Porque fue ayer cuando el albaceteño se puso al mando de un equipo que en las últimas semanas va cuesta abajo y sin frenos. Será este domingo, en el campo de La Unión Atlético, cuando debute en el banquillo, y será este domingo cuando tenga que comenzar la remontada de un conjunto universitario más cerca del descenso que del play off. No solo está el UCAM Murcia en manos de Monteagudo, también lo está Miguel Linares, director deportivo de la entidad murciana. Y es que el andaluz cada vez cuenta con menos apoyos dentro de las oficinas de La Condomina.

No le ayudan sus continuos errores. Pese a salvar el cuello el pasado verano, no ha aprovechado la segunda oportunidad que le dio José Luis Mendoza García, máximo responsable del equipo de fútbol.

Con uno de los presupuestos más altos de la categoría, y con una plantilla renovada completamente en verano, el UCAM nunca ha sido capaz de afianzarse en el play off, y lo que es peor, cada vez que se ha tomado una decisión desde dentro ha empeorado las cosas, como ocurrió tras el cese de Víctor Cea.

Fue en ese momento cuando Linares ya puso sobre la mesa el nombre de Monteagudo, pero, viendo sus continuos errores, la directiva prefirió tomar otro camino, apostando por Raúl Guillén del filial e invirtiendo en un mercado invernal en el que llegaron hasta cuatro jugadores, destacando los nombres de Toni García y Fran Callejón. Pero las victorias han seguido sin llegar, hasta el punto que ahora el descenso está más cerca que el play off. Con Guillén destituido, ahora sí llega Monteagudo, el elegido para hacer que el UCAM vuelva a mirar al play off.