Fútbol

El Real Murcia vuelve a sonreír en casa

Los granas se imponen al San Fernando, aprovechando dos goles de rebote, encadenan su segunda victoria en Nueva Condomina y meten presión a sus rivales por el play off

Ángela Moreno

Ángela Moreno

Son tan escasas las victorias que han celebrado los aficionados del Real Murcia, que, cuando el triunfo llega, poco importa cómo se consiga. Y eso es lo que ha ocurrido este sábado en Nueva Condomina, donde los granas han ganado al San Fernando (3-0), encadenando su segundo éxito consecutivo en casa y dando otro paso al frente en el objetivo de remontar para llegar al play off.

El marcador es lo más positivo de un duelo en el que los murcianistas se vieron con todo a favor muy pronto, pero que no aprovecharon para dejar ver esa nueva versión ofensiva que Alfaro siempre promete pero que nunca llega. Porque el Real Murcia ganó al San Fernando, lo hizo sentenciando en apenas media hora, sin embargo los goles fueron más por azar que por juego. Porque a los ocho minutos Juan Carlos se metía el balón en su portería al intentar despejar un disparo de Isi Gómez. Y porque a los 33, un despeje del meta Fuoli rebotaba en Carrillo para colarse directamente en la portería.

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Son tales las necesidades de ganar que a nadie le importó en ese momento si los goles eran más bonitos o más feos, más elaborados o menos. Lo que sí importó es que, ante un rival vencido incluso antes de empezar el combate, el Real Murcia volvió a ser un equipo lento, sin salida, poco vertical... un equipo que amarga la vida a sus propios delanteros.

No aprovecharon los granas las ventajas del rival para florecer ofensivamente. La historia fue muy parecida a la de hace quince días ante el Atlético Baleares. Siempre dio la sensación que la victoria grana era más por demétito del San Fernando que por méritos granas. Un San Fernando sin Aquino de inicio, un San Fernando que flaqueó a la más mínima presión de los granas y un San Fernando que luego cayó en las garras de un equipo local que sí se siente cómodo con la tela de araña que han cosido atrás.

Una patata caliente

Pero muy distinto es cuando hay que mirar arriba. Es ahí cuando el balón es una patata caliente. Cuando nadie sabe qué hacer con él. Es ahí cuando el Real Murcia se vuelve horizontal hasta el aburrimiento. Con Alberto pasando el marrón a Mauro, con Mauro cediendo a Marc Baró y con Marc Baró complicándole la vida a Manu García. 

Le salvó al Real Murcia la nula presión del San Fernando, le condenó su incapacidad para salir jugando. Y es que ni con el marcador a favor, se vio a un Real Murcia dominador, con ganas de comerse el mundo.

José Ángel Carrillo, celebrando el segundo gol del partido ante el San Fernando

José Ángel Carrillo, celebrando el segundo gol del partido ante el San Fernando / Real Murcia CF

Y eso que este sábado ya estaba Loren Burón en el campo, y eso que también estaba Dani Vega, y eso que Pedro León, en la mediapunta, se hartó a trabajar. Pero el correr y el trabajar en el Real Murcia no está asociado a divertirse. Nadie se divierte en un centro del campo en el que Isi Gómez, con tanto terreno para él solo, no puede estar en todos sitios, y nadie se divierte en un equipo que solo hace acumular errores cada vez que intenta sacar el balón.

Por eso, viendo el panorama, lo menos importante fue cómo cayeron los goles. Lo más importante es que al descanso el marcador reflejaba un 2-0 que lo hacía todo más sencillo, que prometía una tarde noche de lo más plácida, y es que, visto lo visto, pocos temían ya a un San Fernando que había hincado la rodilla al primer soplido de los granas.

Tras el descanso, Aquino

Intentaron reactivarse los gaditanos con la entrada de Dani Aquino. El murciano, que ya le metió a los granas en la primera vuelta, pronto se dejó notar. Su motivación crecía con los pitos que recibía de un sector del público cada vez que tocaba el balón. Quiso creer el San Fernando, alentado también por una mala lectura de los murcianistas, que en algunos tramos convirtieron el choque en un correcalles, intentando sentenciar a la contra, pero dando espacios a un rival que con Aquino era más peligroso.

Aparecía en el 48 Manu García por primera vez para sacar un remate de Víctor Ruiz. Fue uno de los intentos de un San Fernando que tenía la tranquilidad que no tenía el Real Murcia, y esa falta de tranquilidad dinamitaba las posibilidades que se abrían con Loren Burón y Dani Vega intentando moverse por todos sitios e intentando hacer de lanzadera. Pero los nervios por agradar acababan pasando factura, con pérdidas y errores que no dejaban tranquilo a nadie pese a lo cómodo del marcador.

Debutan Svidersky y Abaradan

Con los pocos recursos que tenía Alfaro en el banquillo, no tardaron en ser protagonistas dos de los últimos fichajes invernales. Svidersky saltaba en el 57 para sustituir a un Tomás Pina con molestias, mientras que Abaradan ocupaba el sitio de Carrillo en el 74. 

Y es que en los últimos quince minutos, el Real Murcia jugó con un ataque completamente diferente. Salvo Loren Burón, Pedro León, Carrillo y Vega se marcharon al banquillo, dando la alternativa a Álex Rubio y Abaradan. Además, Alfaro aprovechó también para meter a Rofino, apuntalando al equipo atrás con una defensa de cinco, con tres centrales.

Entre cambio y cambio, y entre algún que otro parón, el efecto Aquino se desvaneció para el San Fernando, y el Real Murcia, ya cimentado atrás, pudo vivir un final tranquilo. Incluso los visitantes se quedaron con uno menos por la expulsión de Pau Martínez (85'), que derribaba a Marc Baró al borde del área cuando el lateral ya miraba a la portería de Fuoli.

Álex Rubio, siempre atento

No llegó ahí el tercer gol de los granas, pero sí en la siguiente jugada. Intentaba Aquino sorprender a Manu García en un córner, sin embargo, el meta atrapó el balón y lanzó a los suyos. Apareció Abaradan por banda para dejar sus primeros detalles como murcianista. Fue buscando el hueco hasta atreverse ante un Fuouli que, aunque llegó a despejar, ya no pudo hacer nada frente a Álex Rubio, que ponía el definitivo 3-0.