Fútbol

El Real Murcia saca adelante sus cuentas entre debates y opositores

El club grana aprueba el ejercicio 2022-2023, compartido por la gestión de Agustín Ramos y Felipe Moreno, con el 67,3% de los votos a favor y más de dos horas y media de diálogos hasta poder depositar las papeletas 

Felipe Moreno, en el centro, durante la Junta de Accionistas

Felipe Moreno, en el centro, durante la Junta de Accionistas / Juan Carlos Caval

José Pablo Guillén

José Pablo Guillén

Dos horas y media. Ese es el tiempo que los accionistas debieron esperar para depositar su papeleta en la aprobación de las cuentas del ejercicio 2022-2023 del Real Murcia. Unas cuentas que Felipe Moreno, presidente del consejo de administración, consiguió sacar adelante con el voto a favor del 67,3% de los presentes, pero que estuvieron cuestionadas desde el inicio de la Junta de Accionistas celebrada ayer en Nueva Condomina. 

Ya no solo por un Julián Luna del que ya se conocía su postura desde el pasado lunes, sino por más accionistas allí presentes como son los casos de Antonio Rubio o Francisco Moreno por la formulación de las mismas. Sin embargo, pese a la disparidad de criterios por las pérdidas presentadas de 1.959.136 euros, lo que deja al club en causa de disolución y lo que, por ley, obliga a llevar a cabo la reducción de capital que disminuiría el poder del resto de accionistas y permitiría a Moreno reforzar su postura, la votación salió adelante. Fue ese punto del día, el segundo, el que más se dilató en el tiempo en una Junta que alcanzó los ruegos y preguntas sin prácticamente fuerzas para debatir de más asuntos. 

Porque todos los esfuerzos de Julián Luna, quien llegaba a Nueva Condomina apenas veinticuatro horas después de anunciar la presentación de una querella contra Felipe Moreno, y el resto de los asistentes que tomaron la palabra se centraron en intentar entender, y también en mostrar su disconformidad, en el llamado ‘traje a medida’ que se presenta ahora para llevar a cabo una operación que permita al club contar con un nuevo dueño de poder absoluto. 

Julián Luna, tomando la palabra en la Junta de Accionistas

Julián Luna, tomando la palabra en la Junta de Accionistas / Juan Carlos Caval

Y es que la clave, o el punto que creó mayor polémica, fue la no contabilización de los cinco millones aportados por Felipe Moreno antes del cierre del ejercicio, pese a que en la Junta del 8 de marzo se acordó ampliar capital con una línea de préstamos convertibles que ascendía a los 8 millones. Tampoco se veían reflejados los dos millones condonados por Agustín Ramos, quien no estuvo presente ayer en la Junta, compró a la familia Samper, y que posteriormente donó al club para rebajar el pasivo . Luna propuso, tanto al consejo de administración como a todos los accionistas allí presentes, la posibilidad de aprobar ese movimiento allí mismo para evitar entrar en causa de disolución. Una maniobra que no tuvo el efecto deseado. «Me he comprometido a poner 8 millones y ya voy por más de 5,6 a día de hoy. Porque usted me diga que los tengo que convertir no voy a hacerlo, lo mismo que toma sus propias decisiones deje que los demás tomemos las nuestras», explicaba Moreno ante la insistencia del abogado Julián Luna.  

Un plan de reestructuración

Eso sí, se evitó dar cualquier pista sobre los siguientes pasos a realizar por parte del Real Murcia tras la aprobación de las cuentas de este ejercicio. «El plan de reestructuración de la deuda es un tema que se está estudiando para que sea viable, y coger el camino menos doloroso y el que sea el mejor para los intereses del club», remarcaba el presidente del consejo de administración tanto al inicio como al final de la sesión. 

Ramón Santos, el auditor externo, e Higinio Pérez defendieron las cuentas de un ejercicio que quizá para los accionistas más puros en números eran difíciles de entender, y que a su vez también eran la única opción presentada para que el Real Murcia siga su camino en busca de la viabilidad en el apartado económico. 

No solo generó polémica y debate la formulación de las cuentas del último ejercicio, sino que también sucedió con la formulación del enunciado del punto 3 en el orden del día, correspondiente a la «censura y, en su caso, aprobación de la gestión de administradores». Varios de los asistentes discreparon entre si el voto favorable correspondía a censurar o aprobar la gestión, pero aún así salió adelante con un 54,7% de los votos.

 La votación con mayor unanimidad fue la correspondiente al «debate y aprobación, en su caso, de modificación del artículo 1º de los estatutos sociales conforme a propuesta de la Comisión Histórica, en el que se solicitaba el cambio de fecha de la fundación de la entidad como Real Murcia Club Fútbol Sociedad Anónima Deportiva para que pasara a ser la de 1919, año de fundación del club, en lugar de 1998 que aparecía administrativamente.  

Nuevo consejero

Respecto al nombramiento del nuevo miembro del Comité Social, el elegido fue Alejandro de Asís al vencer (con 21 votos) en una votación en la que también se presentaron Alfonso Hernández y José Nicolás. 

Intervino Antonio Pedreño, consejero del club, para pedirle a Julián Luna que retirase la querella contra Felipe Moreno, intentando de nuevo, como ya hiciera al inicio, buscar algo de paz en este conflicto. Después fue el propio Moreno el que cerró la sesión en la que para entonces, después de casi cuatro horas de asamblea, apenas quedaban fuerzas para seguir debatiendo. Todo lo contrario que al empresario cordobés, ya que al pesar de los contratiempos, dejó clara su postura de llevar a buen puerto la gestión futura del Real Murcia. Incluso dobló su apuesta de comandar la nave en los próximos años.

«Voy a tratar por todos los medios reverter esta situación y que solo se hable de fútbol. Me comprometo que, de aquí a febrero, habrá un antes y un después en el Real Murcia. Dije que me marcaba un proyecto a 11 años, pero ahora me lo marco hasta donde yo pueda aguantar y voy a estar hasta que ustedes quieran», dijo.