Fútbol

Las cuentas del Real Murcia, un traje a medida de Felipe Moreno

Los responsables granas retocan los números del ejercicio 22-23, no contabilizando ni los 5 millones aportados por el cordobés ni los 2 millones condonados por Ramos, lo que deja al club en causa de disolución y con vía libre para coronar al presidente como dueño absoluto

Felipe Moreno, con las cuentas de la temporada 21-22, en la última Junta de Accionistas.

Felipe Moreno, con las cuentas de la temporada 21-22, en la última Junta de Accionistas. / JUAN CARLOS CAVAL

Ángela Moreno

Ángela Moreno

De toda la lista de intenciones que fue enumerando Felipe Moreno antes de entrar en el Real Murcia pocas quedan en pie cuando el cordobés solo lleva siete meses al frente de la entidad murcianista. En aquella rueda de prensa en la que pedía apoyos para derrocar a Agustín Ramos, el ahora presidente grana dejó claro que iba a pagar todas las deudas que estuvieran acreditadas, una promesa que se ha convertido en papel mojado una vez que ha ocupado el despacho principal de Nueva Condomina. Y es que, como ya adelantó este diario, Felipe Moreno prepara un concurso de acreedores con quitas que podrían llegar al 80%, quitas que se unirían a las ya aceptadas hace apenas un par de años por la mayoría de perjudicados.

Pero el máximo responsable del Real Murcia no solo ha apuntado al pecho de los acreedores, el responsable del Real Murcia también ha puesto en el punto de mira a los accionistas minoritarios. De prometerles, antes de su entrada, que no les perjudicaría y que les incluiría en una especie de arrastre si algún día vendía el club, Felipe Moreno ha pasado a un plan completamente distinto, un plan que de llevarse a cabo acabaría prácticamente con el Real Murcia del ‘Hazlo Tuyo’.

Como ya ha explicado a algunos de los accionistas minoritarios más importantes, el consejo de administración está estudiando una reducción de capital dado que ahora mismo el club está en causa de disolución. Esa reducción de capital dejaría a cero prácticamente a los socios con menos porcentaje de acciones, eliminando cualquier oposición, por muy pequeña que fuese y convirtiendo a Felipe Moreno en el dueño absoluto del club. Posteriormente, se llevaría a cabo una nueva ampliación, en la que los perjudicados deberían reponer lo perdido si quieren seguir conservando su condición de socios.

Será en la Junta del próximo 10 de octubre cuando Felipe Moreno ponga públicamente sus cartas sobre la mesa y cuando se conozca la postura de otros accionistas como Agustín Ramos, KBussines o Francisco Tornel. La postura de este último será de las más interesantes, ya que el expresidente fue uno de los grandes valedores de la entrada del cordobés.

Con un 35% de poder, no se espera que Felipe Moreno tenga problemas para sacar todo lo que proponga de manera individual, pero ni así conseguirá acallar las voces críticas. Y es que las cuentas del ejercicio 22-23, las que permiten llevar a cabo la operación que reduciría el capital del club, son calificadas por muchos como «un traje a medida» para que el actual presidente se convierta en el dueño absoluto.

El Real Murcia cerró el ejercicio anterior con unas pérdidas de 1.959.136 euros, lo que deja al club en causa de disolución y lo que, por ley, obliga a llevar a cabo la reducción de capital que se ha convertido en el gran objeto de deseo de Felipe Moreno, que, de un plumazo, tiene la oportunidad de reducir a la nada a los accionistas minoritarios.

Pero esos números, que además intentan poner un ‘pero’ en la gestión de Agustín Ramos, han sido retocados de una manera que, pese a tener el visto bueno de los auditores, deja muchas dudas a los accionistas. De ahí, que el próximo martes se espere que algunos de ellos contradigan las cuentas formuladas por el consejo de Felipe Moreno y que no se descarte que, de seguir con los planes, sean impugnadas por algunos de los socios.

Y es que pocos entiendan que el club esté en causa de disolución cuando antes del 30 de junio entraron 5,2 millones de euros aportados por Felipe Moreno y que no han sido contabilizados, pese a que en la Junta del 8 de marzo se acordó ampliar capital con una línea de préstamos convertibles que ascendía a los 8 millones y que suscribió en ese momento el propio Felipe Moreno a través de Hause La Fuente. Entre esa cantidad se incluían las acciones compradas a Agustín Ramos y Enrique Roca, que casualmente sí han sido registradas y que aparecen en las cuentas, pero no los 5,2 millones restantes, que no han sido elevados a capital y que se incluyen en el balance como acreedores del grupo.

Solo contabilizando esos cinco millones suscritos el pasado 8 de marzo como aprobó la Junta, evitaría las pérdidas y equilibraría la situación patrimonial del club, evitando la caída en causa de disolución. Sin embargo, si los responsables granas hubieran optado por esa opción, se quedarían sin ningún respaldo para llevar a cabo la reducción de capital, reducción de capital de la que quedan libres los cinco millones puestos por Felipe Moreno y que posteriormente utilizará en la próxima ampliación, evitando tener que doblar su apuesta económica.

Pero no es ese el único punto que ha generado discrepancias. También ha llamado la atención a algunos accionistas que el consejo de administración no haya tenido en cuenta los dos millones de euros de deuda que Agustín Ramos compró a la familia Samper y que posteriormente donó al club, para rebajar el pasivo. Pese a que en noviembre de 2022, el expresidente ya informaba de esa gestión, una gestión que, según ha explicado el propio Ramos en varias ocasiones, también transmitió al auditor a través de un burofax, en el que condonaba esa deuda que había adquirido a cambio de percibir los 137.000 euros que él había desembolsado.

Reconocida en un primer informe

Algunas fuentes refuerzan la teoría del ‘traje a medida’ de Felipe Moreno explicando que existe un primer informe de gestión, firmado por Higinio Pérez a medidados de agosto, en el que se «reconoce y acepta la condonación de esa deuda». Eso sí, se deja claro que esas cantidades aparecerían ya en las cuentas anuales 23-24.

Al no ser muy lógico el reconocer la condonación y dejarla pendiente para un siguiente ejercicio, posteriormente, según informan las mismas fuentes, el informe de gestión, también firmado por Higinio Pérez, es modificado, hablando entonces de que esa partida es un activo contingente que por tanto no puede ser contabilizado hasta que el club no abone los 137.000 euros que Ramos pagó para hacerse con esa deuda.

Para Agustín Ramos y otros accionistas el resultado de las cuentas del ejercicio 22-23 están «infravalorados» al no tenerse en cuenta esos dos millones de euros, defendiendo que de haberse tenido en cuenta «las pérdidas en vez de elevarse a casi dos millones, apenas llegarían al medio millón de euros».

900.000 euros a ojo

Felipe Moreno y sus asesores no han contabilizado los cinco millones aportados por el cordobés ni los dos millones condonados por Agustín Ramos, pero sí han recogido un gasto por valor de 900.000 euros por el deterioro en el derecho de explotación del estadio. Ese gasto hace que se engorden las pérdidas hasta los 1,9 euros, desmintiendo las distintas informaciones trasladadas desde el consejo de administración en las que llevaban semanas señalando que esos dos millones de déficit habían sido generados por la mala gestión de Agustín Ramos.

Tendrá que explicar Felipe Moreno en la próxima Junta de dónde sale ese cálculo, y es que, según algunas fuentes, no existe ningún informe que avale esa cantidad, siendo simplemente la estimación del propio Consejo de Administración, «que en ningún caso está capacitado para ello». La última valoración realizada por un experto es del 31 de octubre de 2022, fijándose en 6.763.047 euros.

Un plan con la firma de Higinio Pérez

Higinio Pérez no aparece en la lista de integrantes del consejo de administración del Real Murcia. Tampoco ocupa el cargo de secretario. Sin embargo, el abogado murciano, quien ya fuera consejero durante la etapa de PARMU, se ha convertido en uno de los hombres fuertes del equipo de Felipe Moreno.

Francisco Tornel y Almela en la rueda de prensa de Felipe Moreno, a la que también asistió Higinio Pérez. | FRANCISCO PEÑARANDA

Francisco Tornel y Almela en la rueda de prensa de Felipe Moreno, a la que también asistió Higinio Pérez. | FRANCISCO PEÑARANDA / ángela moreno

Tanto que, pese a no estar en el órgano de gobierno, es el que firma el Informe de Gestión elaborado por la entidad murcianista este verano. 

Desde la llegada del cordobés al club, Higinio Pérez se ha convertido en una de las caras habituales de Nueva Condomina, asesorando continuamente el actual presidente e incluso haciendo llamadas a antiguos consejeros para que les ayudasen a encontrar deficiencias en llas en la gestión de Agustín Ramos.

Es más, siempre había defendido la idea de ir a un nuevo concurso de acreedores, un paso que finalmente va a dar Felipe Moreno. Y también ha sido el que ha trabajado para diseñar todas las cuentas del club, tal y como se demuestra en el hecho de que el mismo, sin ser consejero ni administrador, firma el Informe de Gestión.