US Open

El renacido Zverev mide la resistencia de Alcaraz: "Pelearé hasta el final"

Un tenista de 26 años más reflexivo, dentro y fuera de la pista, que el lunes demostró su compostura parando el partido para denunciar a un espectador que había dicho "la frase más famosa de Hitler"

Alexander Zverev.

Alexander Zverev.

Idoya Noain

El lunes, tras la brutal paliza física que le hizo falta para ganar 6-4, 3-6, 6-2, 4-6 y 6-3 a Jannik Sinner en un extenuante encuentro que le clasificaba para los cuartos de final en el Abierto de Estados Unidos, una de las primeras preguntas que le hicieron a Alexander Zverev en la pista fue sobre su siguiente rival, Carlos Alcaraz. El tenista de Hamburgo sonrió pero se quedó callado. Solo después de 10 largos segundos, sin perder en ningún momento la sonrisa, sin reclamar que le dejaran paladear la gesta que acababa de sellar, habló. “Estoy aquí para jugar. Es lo que amo hacer. No sé cómo acabará pero daré absolutamente lo mejor de mí. Pelearé hasta el final, hasta último minuto. Por supuesto me tendré que recuperar de este partido, pero estaré listo”.

Ese es el Zverev que se va a topar el murciano esta noche en Nueva York (a las 2.00h de la próxima madrugada en España). Un tenista de 26 años más reflexivo, dentro y fuera de la pista, que el lunes demostró su compostura parando el partido para denunciar a un espectador que había dicho "la frase más famosa de Hitler" (el espectador, que dijo la frase del himno con letra nazi 'Deutschland über alles', ' fue localizado y expulsado, entre abucheos).

Es un competidor capaz de dejarse la piel en cada partido. Y que constata su retorno paso a paso a su nivel más alto, ese del que le alejó durante más de seis meses la traumática lesión que sufrió el año pasado en las semifinales de Roland Garros, cuando frente a Rafael Nadal se rompió varios ligamentos del tobillo derecho.

Retorno renovado

Está claro que Zverev, que ha vuelto a escalar hasta el puesto 12 del mundo, que este año consiguió título en Hamburgo y alcanzar de nuevo las semifinales en París, y que espera volver a entrar el año que viene entre los tres primeros (llegó a ser el número 2) ha regresado, renovado. Y si la recuperación de la salvaje pelea con Sinner lo permite, (y este miércoles no se le vio entrenando en Flushing Meadows) está dispuesto a demostrarlo frente al número 1 en Arthur Ashe, la central neoyorquina donde fue finalista en 2020, cuando cayó ante Dominic Thiem, y semifinalista un año después.

“Puedo decir que estoy de regreso, es uno de los mejores momentos de mi carrera”, ha dicho estos días Zverev, que tiene en su haber el oro olímpico en Tokio, cinco Masters 1000 y dos copas de Maestros (en 2018 y 2021). Tiene, también, un parcial 3-2 a su favor en sus cara a cara con el murciano, aunque fue el de El Palmar quien ganó de forma abrumadora el último encuentro en Madrid. Pero en ese encuentro, en mayo, Zverev estaba aún en las primeras fases de su retorno. Y ahora llega con la determinación de exprimir al máximo los momentos que tanto extrañó durante su ausencia por la lesión.

Zverev, que en el pasado fue entrenado por Juan Carlos Ferrero, David Ferrer y Sergi Bruguera pero desde antes de Roland Garros ha vuelto a ser entrenado exclusivamente por su padre, también reclama un cambio de narrativa. Estos días en el Abierto ha afeado a los medios el foco puesto en la final soñada para el torneo, ese duelo entre Alcaraz y Novak Djokovic que replicaría la final que el 1 y 2 del mundo regalaron al tenis en Wimbledon, donde el español sumó su segundo grande tras el titulo neoyorquino el año pasado, o la reciente lucha por el título en Cincinnati, uno de los mejores partidos del año, donde el triunfador fue el serbio.

“Es natural para los medios encontrar rivalidades, pero hay otros jugadores en el cuadro, otros jugadores con los que los dos han perdido”, recordó Sascha, hablando de “una falta de respeto”, que, eso sí, no atribuyó ni a Nole ni a Carlitos. Y el propio Alcaraz, antes de saber que sería su rival, admitía que los cuartos, estuviera al otro lado de la red Sinner o, como ha acabado sucediendo, Zverev, iban a ser “realmente duros”. “Hemos jugado algunos grandes partidos”, destacó del alemán. “Está jugando realmente bien, este año está encontrando su nivel más alto otra vez”.