El delantero Borja Valle, con cinco propuestas sobre la mesa

El Fútbol Club Cartagena afronta su cuarta temporada en Segunda División dentro del ciclo más largo de la entidad en el fútbol profesional y la experiencia en todos los sentidos comienza a ser un factor diferencial. En temporadas pasadas, las renovaciones se han retrasado hasta el punto de condicionar la planificación deportiva de todo el curso, enquistándose y provocando la distracción de la comisión deportiva como en los recientes casos de Pablo De Blasis, Yan Bodiger o Rubén Castro, entre otros. En el Cartagonova no quieren que eso vuelva a ocurrir. Advertidos de los ritmos del mercado, los cartageneristas quieren cerrar las renovaciones que les interesan antes de lanzarse a por nuevos objetivos. La de Borja Valle era prioridad, pero se ha visto entorpecida por cuatro agentes externos.

Terminada la temporada se centró el Cartagena en las renovaciones. Primero fue el turno de Luis Carrión, con el que no se pudo llegar a un acuerdo por discrepancias económicas después de varios días de reuniones entre el técnico y la comisión deportiva. Habiendo encontrado reemplazo al entrenador catalán con Víctor Sánchez del Amo, el club se pudo poner con los futbolistas que terminan contrato. Se cerró la continuidad de Damián Musto, a la que sólo le faltaba la conformidad del jugador, y se empezó a trabajar la de Borja Valle. Aunque la del centrocampista llegó a buen puerto, la del delantero ha encontrado más trabas.

La comisión deportiva se puso en contacto con el jugador de Ponferrada durante la primera semana de junio para acometer su renovación, pero llegó tarde. Borja y su agencia de representación ya hablaban y negociaban formalmente con el FC Rapid 1923 -conocido como Rapid de Bucarest- además de con otros tres clubes interesados en incorporar al jugador. Aunque la oferta del Cartagena mejora su situación contractual, no termina de convencer al atacante, que podría decidirse por la fuerte apuesta del cuadro rumano. Además, según el entorno del jugador, luchar por la liga rumana y poder jugar competición europea es lo que más seduce a Borja.

A pesar de la convicción del Rapid, el interés de otros tres equipos y la oferta de renovación del Cartagena, por una sola temporada, mantienen al delantero en reflexión. Aún es pronto y quiere acertar en su decisión. Varios factores pueden influir en su futuro destino como su reciente paternidad durante su estancia en Cartagena -por la que podría buscar más estabilidad- o su breve experiencia en el fútbol rumano con el FC Dinamo 1948 en el final de la campaña 2020-21 gracias a la que puede valorar el reto deportivo que supone o la calidad de vida del país, entre otras cosas.

Borja valora aspectos positivos de seguir en Cartagena como la continuidad de un proyecto que no le ha venido nada mal. Tras descender a Primera RFEF con el Alcorcón, el cuadro portuario le ofreció confianza para terminar jugando treinta y nueve encuentros en los que ha anotado seis tantos y ha dado una asistencia. Aunque sus números ofensivos no son brillantes, el delantero fue clave para revivir al equipo cuando pasaba por su peor momento. La complicada racha del equipo, que se mantuvo durante seis jornadas sin marcar un sólo gol, terminó gracias a un doblete del berciano, al igual que el periodo de ocho partidos sin ganar llegó a su fin en un encuentro que tuvo su nombre en el marcador.

Sus condiciones futbolísticas, entre las que destaca la buena asociación dentro de un perfil atacante, conjugan muy bien con la idea de juego del Cartagena. Es por ello que Borja ha sido titular en 27 partidos y ha participado en 39 de 42, perdiéndose únicamente 2 por lesión y otro más por decisión técnica. La directiva albinegra y Víctor Sánchez del Amo se mantienen a la espera de saber cómo se resuelve su futuro para continuar con la formación del equipo de la próxima temporada.