CRÓNICA

Carlos Alcaraz derroca un muro para conquistar de nuevo el cielo de Madrid

El tenista murciano alcanza su cuarto Masters 1.000 en la única final donde pierde un set y se queda a cinco puntos del número uno del mundo

Carlos Alcaraz besa el trofeo tras una final dura donde Struff le llevó al límite. | EFE/SERGIO PÉREZ

Carlos Alcaraz besa el trofeo tras una final dura donde Struff le llevó al límite. | EFE/SERGIO PÉREZ / Dioni García

Dioni García

Dioni García

¿Saben cuántos Masters 1.000 ganaron Stefan Edberg y Juan Carlos Ferrero? Cuatro, los mismos que alcanzó ayer en la Caja Mágica de Madrid un chico de 20 años de edad de El Palmar llamado Carlos Alcaraz Garfia. Este dato estadístico pone de relieve la dimensión que ha alcanzado la figura del murciano, chico alegre, siempre con una sonrisa dibujada en el rostro que ayer, por momentos, logró borrar un alemán rocoso, duro como el hormigón, Jean-Lennard Struff, que también hizo historia, puesto que logró algo que antes no consiguieron el noruego Casper Ruud en Miami 2022, Alexander Zverev en Madrid 2022 ni Daniil Medvedev en Indian Wells 2023: ganarle un set en una final al deportista español de moda, el tenista que en septiembre pasado se convirtió en el número uno del tenis más joven.

Alcaraz defendió con uñas y dientes los mil puntos sumados hace un año en Madrid -ahora ya está a sólo 5 del número 1, Novak Djokovic-, cuando en el camino tuvo que eliminar a Rafa Nadal y el serbio. En 2023, en el Mutua Madrid Open, su trayectoria fue mucho más cómoda, ganando todos sus encuentros en dos sets y sólo sufriendo más de la cuenta en el primero frente al finlandés Emil Ruusuvuori. Después, Grigor Dimitrov, Zverev, Khachanov y Borna Coric prácticamente bailaron al ritmo que marcó el murciano. No fue así en la final más dura en un Masters 1.000 que ha vivido, donde volvió a dar una demostración de fortaleza mental para recomponerse de un segundo set frustrante y, sobre todo, para salir airoso del juego incómodo de su rival, que prácticamente no le dejó en ningún momento desplegar esa magia que se desprende de su raqueta. Porque Alcaraz pudo dar rienda suelta a su mortífera derecha en muy pocas ocasiones, cometiendo muchos errores no forzados ante la presión que le ejercía con sus constantes subidas a la red el alemán, que vivió en Madrid una semana impresionante.

El tenista murciano celebra con los recogepelotas del torneo el título. | EFE/CHEMA MOYA

El tenista murciano celebra con los recogepelotas del torneo el título. | EFE/CHEMA MOYA / Dioni García

Struff, que estaba fuera del torneo en la fase previa y que fue repescado por la lesión de última hora de Pablo Carreño, compañero de Alcaraz en la academia de Juan Carlos Ferrero, se convirtió por momentos en una tremenda pesadilla. Fue un dignísimo finalista que llevó al límite al mejor jugador del circuito del año, el tenista que ha sido capaz de conquistar ya cuatro torneos, entre ellos dos Masters 1.000, pese a que no pudo comenzar la temporada en Australia por una inoportuna lesión.

Alcaraz volvió a firmar un doblete, como ya hizo en 2022, al conquistar el Conde de Godó y el Mutua Madrid Open de forma consecutiva. Y lo consiguió después de dos horas y veinticinco minutos de dura batalla (6-4, 3-6 y 6-3).

López Miras habla con Feijóo junto a Díaz Ayuso y Almeida. | EFE/CHEMA MOYA

Una aficionada apoya al murciano. | EFE/CHEMA MOYA / Dioni García

Alcaraz sabía de antemano que la principal arma de Struff iba a ser atacar rápido la bola para impedir que pudiera conectar su derecha. Y lo consiguió. Convirtió el encuentro en una batalla mental con sus continuas subidas a la red, aprovechando también que su juego se adapta perfectamente a la altitud de Madrid. Aunque el primer juego cayó del lado del número 2 del mundo con una rotura de servicio, nada fue fácil. Todo lo contrario. Mucho más complicado que los partidos vividos en las rondas previas. Confirmó la rotura en el segundo juego, pero en el cuarto el germano recuperó el terreno perdido dejando en blanco a su rival.

«¿Qué hago?»

El de El Palmar no logró en ningún momento imponer su tenis y sufrió bastante con su servicio. Pero en el séptimo juego llegó un momento clave. El tenista de Murcia levantó un 40-15 tras mirar a su banquillo diciendo «¿qué hago?». Y la solución la encontró, también ayudado por una doble falta de Struff, para lograr el segundo quiebre y situarse con 4-3 y todo a su favor. Los dos siguientes servicios los ganaron ambos jugadores con facilidad, para en el décimo juego, después de tener tres bolas de ‘break’ en contra Alcaraz, sacar, como en otras muchas ocasiones ha hecho en situaciones límite, todo su talento. Dos buenos primeros servicios y un globo magistral llevaron al murciano a conquistar el primer set en 52 minutos de dura lucha.

Una aficionada apoyando a Alcaraz. | EFE/CHEMA MOYA

López Miras habla con Feijóo junto a Díaz Ayuso y Almeida. | EFE/CHEMA MOYA / Dioni García

La crisis del segundo set

Struff, pese a acumular muchas horas en pista en Madrid, se encontró fresco en el segundo set. Cogió la delantera en el segundo juego con una rotura de servicio que ya no pudo recuperar un Alcaraz que se sentía tan incómodo (0-2) que hacía gestos impromios en él. Confirmó el quiebre el germano en el tercero y en el quinto desaprovechó el murciano hasta cinco bolas para recuperar el terreno perdido. No pudo y en el siguiente estuvo a punto el veterano jugador germano de situarse ya con una diferencia insalvable, pero con un saque al cuerpo logró el tenista de El Palmar salvar la situación (2-4). Pero ya, pese a algunos destellos, no pudo salvar la manga el pupilo de Juan Carlos Ferrero (3-6), que se vio abocado a tener que resolver el encuentro en el tercer set.

Struff, que se convirtió en el primer jugador en ganar un set al murciano en una final de Masters 1.000, ganó confianza, pero pronto se la arrebató un Alcaraz que creció de forma espectacular en el momento decisivo, demostrando que el miedo y la presión no le pesan con 20 años. Después de salvar una bola de ‘break’ en el tercer juego el jugador de Murcia, en el cuarto entró en combustión para lograr una rotura fundamental superando al alemán en una de sus subidas a la red (3-1). Ya sólo era cuestión de asegurar el servicio. Dio otro paso más en el quinto juego al ganarlo en blanco (4-1), pero nada estaba hecho aún pese a que había encontrado la calma necesaria y empezaba a ganar la batalla psicológica en la que había convertido el alemán el partido.

En el sexto juego tuvo hasta dos bolas de quiebre el murciano, pero el alemán, muy consistente, las salvó con sendos buenos primeros servicios. Alcaraz, mucho más entonado, sacó de la pista al germano en el siguiente juego, ganándolo en blanco (5-2), para aún resistir su rival en el octavo (5-3), quedándose el número 2 del mundo en disposición de cerrar el partido con su saque, que inició con una dejada ‘made in Alcaraz’, una de las pocas que se pudieron ver durante el partido. Siguió con un ‘ace’ y otro buen primer servicio que remató en la red, quedándose a tres bolas de partido que resolvió en la primera ocasión con un saque que Struff mandó fuera. Entonces cayó al suelo Alcaraz, liberado de la tensión acumulada en su final más dura.

Carlos Alcaraz reconoció lo «superemotivo» que es el haber defendido el título en el Mutua Madrid Open y confirmó que estará en el Masters 1000 de Roma porque es «ambicioso», lo que le permitirá recuperar el número uno del mundo.

«Son logros muy bonitos. Ganar mi cuarto Masters 1000, defender titulo aquí y estar casi a las puertas de recuperar el numero uno, son cosas muy grandes que estoy haciendo y estoy muy orgulloso del trabajo y de estos logros. Soy ambicioso y vamos a ir por Roma», señaló Alcaraz en rueda de prensa.

Para el murciano, «Madrid es todo». «Mis tres últimos cumpleaños los he pasado aquí, pero he tenido muchos viendo el torneo y llegó una edad en la que no lo celebraba con amigos sino que venía aquí a ver tenis y soñar que iba a estar jugando. Ahora, jugar y levantar el trofeo en Madrid es superemotivo. Madrid es un sitio superespecial para mí, lo es todo», subrayó.

El de El Palmar confesó que había «disfrutado más que sufrido» en la final. «Ha habido momentos en los que no he disfrutado, en un momento se ha puesto muy complicada la cosa, pero la mayor parte del tiempo la he disfrutado», indicó.

«Ha habido momentos, sobre todo en el segundo, que he tenido opciones de romperle el saque. En el segundo set ha tenido más porcentaje de ‘primeros’ y me ha costado un poco más, entonces simplemente he aprovechado los momentos en los que he tenido oportunidades en el primero y en el tercero. Él también ha tenido opciones al principio del tercero, donde me ha presionado y he sufrido bastante», repasó.