Real Murcia

La batalla entre Agustín Ramos y Felipe Moreno, en un puñado de euros

Si el presidente grana logra mantener sus apoyos llegaría a la Junta del 8 de marzo con un capital de 1,3 millones, lo que obligaría a la oposición a cazar votos por valor de 300.000 euros para tener opciones de triunfo

Agustín Ramos, actual presidente del Real Murcia, y Felipe Moreno, empresario que quiere acceder al club grana. | J. C. CAVAL/F. PEÑARANDA

Agustín Ramos, actual presidente del Real Murcia, y Felipe Moreno, empresario que quiere acceder al club grana. | J. C. CAVAL/F. PEÑARANDA / ángela moreno

Ángela Moreno

Ángela Moreno

Por primera vez en la historia del Real Murcia como Sociedad Anónima Deportiva y posiblemente por última, los accionistas, por muy poca participación que tengan, van a tener voz en una decisión que puede marcar el presente y el futuro de la entidad murcianista.

Y esa decisión no es otra que la elección entre Agustín Ramos, actual presidente y que pretende que en la Junta del 8 de marzo se le corone como prácticamente ‘dueño’ del club; y Felipe Moreno, quien ha puesto sobre la mesa cinco millones de euros y la resolución al problema judicial con Mauricio García de la Vega para que los socios le abran el camino hasta convertirse también en accionista mayoritario.

Abierta la guerra, y con las cabezas visibles de cada bando posicionadas, la diferencia entre unos y otros es tan pequeña, que por primera vez en una Junta de Accionistas los socios minoritarios tendrán la capacidad de poder desnivelar la balanza hacia un lado u otro. Como siempre soñaron, cuando pensaban que el club podía salir adelante sin un ‘amo’, los aficionados con acciones tendrán mucho que decir por primera y posiblemente por última vez, porque gane quién gane en la Junta, se volverá a un modelo en el que una sola persona reunirá la mayoría de las acciones. Si es Agustín Ramos el que consigue los apoyos, convertirá sus préstamos hasta dominar el 35% del capital, mientras que si es Felipe Moreno el que sale vencedor, los cinco millones que pretende invertir diluirían completamente al resto.

De ahí, que los pequeños accionistas estén ante la única oportunidad de decidir en su club y de ahí la guerra sin cuartel que se ha iniciado ya y que ha llevado a representantes de Ramos y a partidarios de Moreno a coger el teléfono y bombardear a muchos socios indecisos o fuera de las guerras de poder para que les den sus votos.

«Hasta tres llamadas he recibido ya para pedirme el voto», indicaba un empresario accionista grana a esta redacción hace unos días, y es que la batalla está tan nivelada que apenas habría una diferencia de 300.000 euros entre Agustín Ramos y Felipe Moreno contando solo a los grandes accionistas, cuyas posiciones ya se vieron en la última Junta.

En aquella cita de noviembre, Enrique Roca se convirtió en el gran protagonista. El lorquino fue el encargado de dar la victoria al actual presidente, que aquel día se enfrentó a la primera encerrona por parte de la oposición. Sin embargo, Roca acabó con la esperanza de revuelta al unir su voto -cuenta con un capital de 210.000 euros- al del propio Ramos -600.000 euros- y al del KBusiness -481.000-.

Entre los tres suman 1.270.000 euros, y esa es la cifra a la que pretenderá llegar la oposición para dar esperanzas a Felipe Ramos. De ahí, la importancia de los más pequeños, especialmente aquellas empresas que compraron paquetes de acciones de 6.000 y 12.000 euros en 2018 y que no están en la órbita del KBusiness.

Si Ramos, Enrique Roca y KBusiness suman casi 1,3 millones -hay que tener en cuenta que ellos también están intentando cazar votos para aumentar esa diferencia-, la oposición, encabezada por Francisco Tornel, tendría prácticamente asegurado un capital de 1.024.000 euros. Ahí, además de los 481.000 euros del expresidente -es el segundo máximo accionista-, aparecerían los 182.000 euros de Prevemur, los 130.000 de Gesa y los 80.000 de Higinio Pérez. Además de los 150.549 euros de Iconos Nacionales, sociedad representada por Mauricio García de la Vega y que, salvo sorpresa, apoyaría la llegada de Felipe Moreno, que tiene una opción de compra de la mencionada mercantil.

Y si hay volteo...

Cazar a esos socios que compraron acciones más por ayudar que por estar en la pelea por el poder es el objetivo y la esperanza de Felipe Moreno, pero nadie quiere descartar la posibilidad de que haya alguna traición, especialmente en el bando de Agustín Ramos. De ahí, que todas las miradas estén puestas en Enrique Roca. Porque si Moreno consigue que el lorquino cambie el sentido de su voto, conseguiría de golpe su objetivo sin tener que esperar el milagro de la movilización, milagro porque muchísimos aficionados que adquirieron acciones no tienen ni la acreditación de esos títulos, lo que les deja en una situación de no saber qué hacer pese a querer participar.