La Opinión de Murcia

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Fútbol

El Real Murcia solo empata en una mala tarde de Andrés Carrasco (0-0)

Los granas frenan su carrera hacia el primer puesto al sumar un solo punto ante el Socuéllamos en un partido en el que el delantero murciano falló hasta cuatro claras ocasiones

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Todas las imágenes que ha dejado el partido del Real Murcia Pepe Valero

Cuando tu mejor delantero no tiene su tarde, sumar de tres se hace prácticamente imposible. Algo parecido ha vivido el Real Murcia este domingo en su partido en casa frente al Socuéllamos. 

Pese a dominar durante casi los noventa minutos y a ser capaz de encontrar algo de chispa en ataque en el sprint final del encuentro, el 0-0 inicial no se movió del marcador. Y no se movió porque cuando el choque se había roto y al Socuéllamos ya no le daban las piernas, Andrés Carrasco, salvador en tantas ocasiones, protagonizó un festival de fallos que convirtieron a Diego Nieves en el salvador de los visitantes.

Con Mario Simón tirando de todos los recursos que tenía en el banquillo -saltaron al campo Ganet, Boris, Haro y Juan Fernández- y con la afición intentando despertar a un equipo que se había acomodado, dominando pero sin provocar vértigo en ataque, el Real Murcia vivió media hora intensa ofensivamente, pero Andrés Carrasco fue desperdiciando una a una todas las que tuvo.

En el 59 no supo resolver un uno conta uno ante Nieves. En el 64 vio como el meta visitante se estiraba para sacar su latigazo. En el 77, tras una cabalgada de Boris, el murciano se la puso en las manos al guardameta. En el 82, esta vez de cabeza, no encontró portería. Y en el 90 volvió a enviarla por encima del larguero.

No fue el día de Andrés Carrasco y no fue el día de un Real Murcia que firmaba su segundo empate consecutivo y, aunque mantiene abierta su buena racha, se frena en su cruzada por alcanzar el primer puesto.

Los números del Socuéllamos no dejaban lugar a dudas. No iba a tener un partido fácil. Y al descanso todos los habían confirmado. Con dos líneas bien plantadas, los de Sergio Campos dejaron en nada el dominio absoluto de los granas. Pese a que tenían el balón y a que Julio Gracia demostraba que vive su mejor momento de la temporada, al Real Murcia le faltaba chispa en ataque.

Con Armando haciendo de mediapunta y con Zeidane estrenando titularidad en detrimento de Pablo Haro, el Real Murcia pronto tomó el control. Incluso se llegó a sentir cómodo ante un Socuéllamos que al cuarto de hora ya había renunciado a cualquier opción de ataque.

Fueron en esos minutos cuando el Real Murcia prometió algo que luego no cumplió. Durante cinco minutos fue acumulando llegadas y ocasiones. Andrés Carrasco no aprovechaba un centro de Santi Jara, la defensa despejaba un intento de Armando tras un córner y el centrocampista murciano no conectaba con el balón después de una buena acción entre Alberto López y Zeidane.

Pero poco a poco esa chispa se fue apagando, llegándose al final de una primera parte muy espesa, de choques y protestas, de dominio sin vértigo, como si fuera el Socuéllamos el que tenía el partido donde quería.

Y poco cambiaron las cosas al inicio de la segunda parte. No encontraba espacios Zeidane, Armando se peleaba en un sitio donde no es el suyo, Julio Gracia estaba muy alejado de la zona peligrosa y Athuman casi actuaba como un tercer central. Con un Murcia tan encorsetado, la electricidad no llegaba. Y cuando lo hacía, Andrés Carrasco solo acumulaba fallos ante Nieves.

Mario Simón buscó reactivar a su equipo arriba, y su primera bala fue Boris, que entraba en el lugar de Armando. Pero no fue hasta pasado el minuto 70, coincidiendo con el triple cambio de los granas -saltaban Ganet, Pablo Haro y Juan Fernández-, cuando los aficionados se dieron cuenta que por fin había posibilidades reales de ganar a un Socuéllamos que nunca inquietó a Miguel Serna.

Con Ganet aprovechando el cansancio de los visitantes, el Real Murcia ganó metros en el terreno de juego. La lucha de Boris, unas veces acertado y otras errático, y el regate de Haro abrían las puertas del área de Nieves. Las tuvo Andrés Carrasco de todos los colores, pero ninguna llegó a traspasar el arco del meta visitante. Y mientras la afición lamentaba que el quiero y no puedo no tuviese premio, el Real Murcia tuvo que conformarse con un empate que frena por ahora sus aspiraciones al liderato.

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